Ayer hablaba Francisco Javier Farinós en SER-Radio Alicante sobre cómo sería el hipotético paso del Hércules en Primera División si ocurre el anhelado ascenso allá por junio. Con unas pocas incorporaciones, el "8" del Hércules y virtual capitán del equipo defiende la apuesta por el bloque del ascenso. Sus razones las tiene y las aplaudo pues soy partidario de que sería un error volverse locos con fichajes y aspiraciones sobrevaloradas. Por ello, contamos con una ventaja considerable a mi parecer: la presencia de Paquito en la secretaría técnica y que, se supone por lo que se comentó en una entrevista con el máximo accionista, que mantendría su puesto de cara a la planificación del próximo año. La ventaja es sencilla de contar: Paquito era miembro de la plantilla del ascenso en 1996 -además del de 1993- y vio como llegaron fichajes de muy discreto valor que apenas aportaron al Hércules. Fichajes que convirtieron el vestuario en una ONU particular donde estaban croatas, peruanos, italianos, rusos, franceses,austriacos más el serbio, nigeriano y portugués que llegaron en invierno. En muchos de esos casos no se mejoró las expectativas y, en algunos casos, se lamentó la marcha de futbolistas que, quizás, podrían ser limitados en primera división pero que iban a aportar, a mi parecer, algo importante: tirar del equipo cuando las cosas iban mal. Seguro que un Luismi o un Sigüenza iban a dar más rendimiento que Paqui o Maestri con todo lo internacional por Perú que fuera, o Valerio mejor que Huard. Obviamente, aquel equipo requería lo que necesitará éste: cinco-seis fichajes con una cierta experiencia en primera división española(fundamental). En ese sentido, recuerdo en varias retransmisiones de la ACB en aquel descenso de 2001 cuando varios de los jugadores que subieron de la LEB eran los que tiraban del carro. Por tanto, el éxito sería mantener muy buena parte del bloque y unos fichajes determinantes y que serían los que diferenciarían el éxito del fracaso.
Otro acierto de Farinós fue dar el toque a la afición: se va a sufrir mucho. Se podrán tener derrotas dolorosas pero lo mejor es asumirlo para mejorarlo. Dicho de otra manera, la afición deberá ser el jugador número doce desde el primero hasta el último segundo del encuentro.Olvidarse los pitos en casa y los insufribles cánticos de "Échale huevos" que, sinceramente, sobran en buena parte de los encuentros que el equipo juega y que disputaría en el próximo año. Quién más y quién menos recuerda el espíritu del apoyo apoteósico ante el Real Oviedo. Aquel momento, aparte de ganarse el elogio de Lillo, sirvió para que el aficionado se concienciara de que a nosotros nos va a corresponder ganar partidos en el Rico Pérez. Que nuestra Liga estará formada por diez, doce equipos con los que se deberá sumar el grueso de esos 43-44 puntos que asegurarían la permanencia y dar el primer paso a una añorada consolidación que no se disfruta desde la época gloriosa de los años 70- aquella segunda temporada 85/86 fue el premio por la victoria en el Santiago Bernabeu pero se sabía que la permanencia iba a estar tan dura como esa temporada del milagro- porque este Hércules necesita de ese tiempo de más en la élite para recuperarse en todos los sentidos. Aunque será un artículo en el que repetiré algunos clichés, cuando surja el calendario habrá que tener en cuenta que nos jugaremos 38 finales y donde la permanencia pasaría, más que nunca, por el Rico Pérez.
Apunte Ha tardado en salir la resolución pero la espera ha sido para bien. Se abre un poco de luz y las siete bajas se han reducido a seis y con la esperanza de la recuperación de Dani Bautista para el partido de Cádiz. Le tocará a Juanra, tras retirarle la primera tarjeta, volver a ocupar la ubicación de lateral izquierdo o, incluso derecho, si esa recuperación citada se hace realidad. Se ganaría así en cierta normalidad defensiva.