La temática angelical siempre ha sido muy recurrida por el cine. Películas como “Qué bello es vivir”,“El cielo se equivocó” , “La mujer del predicador”etc etc...y series míticas y clásicas como “Autopista hacia el cielo”, “Un ángel joven” o “Ángel” han tenido un protagonista a estos habitantes celestiales, y todos con un denominador común: su voluntad de ayudar a los quedamos en este mundo terrenal
Lo cierto, que bien sea por creencia religiosa, o por simple técnica de asimilación todos necesitamos de ellos, y lo cierto es que funciona porque no hace mucho que he perdido a un amigo, tan joven como buena persona y herculano, y me gusta pensar que fue él quien molestó al defensa para que le cayera aquel balón a Abel Aguilar, que significaba no sólo el empate; sino el dormir una semana más en puestos de ascensos, así que; Jesús, Conqui, amigo, lo siento mucho, de descanso eterno nada, que a partir de ahora vas a tener más trabajo que nunca.
No será la primera vez que haya dicho que los derbys son diferentes a cualquier otro partido, ni la primera que haya expuesto mi teoría del empate la cual, por supuesto, no es perfecta, pero sí tiene su punto de demostración empírica. Y es que, al margen de clasificaciones, un partido así presenta un extra de motivación normalmente por parte del equipo que está por debajo en la misma, equilibrando las fuerzas, y haciendo vistoso el encuentro.
Como centro de atención a tener en cuenta, tendríamos que hacer hincapié en que el Hércules últimamente está encajando demasiados goles que, afortunadamente, se ven compensados por esa letal capacidad atacante que está demostrando hasta la fecha el equipo, y que en más de una ocasión ha solucionado la papeleta. Pero no por ello deja de ser preocupante porque la competencia es dura, y cualquier despiste, cualquier resbalón puede ser fatal para las aspiraciones.
El próximo domingo, nuevo desplazamiento, esta vez a Álava, y de nuevo retransmitido por el canal del signo matemático. Por cierto, que después de haber conseguido los famosos 50 puntos, ya hay licencia para soñar en lo que se quiera.