Estaba releyendo artículos escritos en el pasado referentes a la “derrota útil” cuando recordé dos encuentros célebres por lo que supusieron para el devenir del equipo sobre el terreno de juego e, incluso, institucionalmente. Esos dos encuentros fueron el célebre 5-2 que recibió el Hércules dos meses antes del ascenso a 2ªA(1992/93) y el 4-1 en San Mamés ante el Bilbao B(95/96) y que supuso una reacción a tener en cuenta; de esa temporada 2004/05-el artículo era de noviembre de 2004 tras perder 3-0 en el Ciutat de València- el recuerdo de derrota útil no fue tal pues existió otra más importante que fue la acontecida ante el Alcoyano, el día en que la espada de Damocles ya había descendido hasta el cuello de Granero. Desde entonces hemos asistido a todo tipo de derrotas variadas -al igual que las victorias sólo que el sabor es más agradable- en el que la reacción posterior ha sido diferente.
Por norma general, las derrotas pueden ser merecidas o inmerecidas según el juego de ambos rivales. A veces, ocurre que el juego ha sido flojo y el rival con poco o mucho rendimiento vencía tranquilamente(por desgracia, dos ejemplos duros fueron los encuentros ante el Elche); a su vez podía ser merecida cuando el otro equipo proponía más que el propio Hércules…jugando bien el equipo blanquiazul(el intercambio de golpes en el que sólo la suerte puede diferenciar un lado u otro) por el contrario, la derrota inmerecida se producía en encuentros en que se tienen la inmensa mayoría de ocasiones pero el rival tiene una y la materializa. Una derrota, a su vez, puede ser justa o injusta, en función de la intervención de factores ajenos, entre los que destaca el arbitraje como más relevante(por ejemplo, el partido ante el Numancia pudo ser una derrota merecida por el juego desplegado por el equipo soriano pero, a su vez, pudo ser injusta por dar como válido el 1-2 por manos de Nagore). Luego, por las consecuencias, una derrota puede ser útil si el equipo se conciencia de que puede volver a la senda de la victoria pues no es el mal juego el motivo de perder; pero también puede ser reveladora de unos males que, o se pueden arreglar, o son el inicio de una trayectoria que no puede ser parada(mal juego, pocas ocasiones, mala suerte). Es en ese momento cuando hay que valorar si es el momento de cambiar de entrenador o no.
Por el momento, es momento de creer y pensar que, además de accidente, el encuentro ante el Numancia servirá para rectificar aquellos fallos aunque, como muchos, creo que, de haber marcado Mariño el 1-0 en ese remate de cabeza, otra cosa se hubiera visto sobre el verde tapete. Lo que importa es que, durante un tiempo se vio la opción de ganar a pesar de no realizar el encuentro al que estamos acostumbrados.
Apunte Tras la quinta jornada liguera de Primera División se puede comenzar a ver los equipos que van a sufrir y quienes no. Sorprende tanto el Getafe(2 puntos) como el Deportivo de la Coruña(5 puntos y dos derrotas caseras en tres encuentros) mientras que no sorprende el último puesto de un Levante(un punto) al que ya vimos demasiados defectos en aquel encuentro de agosto. De perder hoy el Betis ante el Madrid, los tres últimos equipos ya estarían con “un partido” de desventaja con respecto a los demás.