domingo, julio 15, 2007

Mirando al pasado


Con el fin de la temporada pasada y, a falta de que comience la siguiente, a veces apetece ver aquello que nuestros padres y abuelos vivieron con la misma pasión que nosotros. En su época, hablar de SAD, compra de clubes era una utopía que, ojalá se hubiera quedado en eso. Por aquel entonces, el fútbol se vivía con otro objetivo: era algo nuevo, se vivía más de los éxitos locales pues la revolución mediática aún no había llegado( la televisión comenzó a funcionar a finales de los cincuenta pero no se consolidó hasta unos años después) y el PPV eran tres siglas que no sonaban a “pay per view”. Además, durante unos años ejercía el doble papel que se le esperaba al deporte: unos buscaban en el fútbol la evasión de los problemas sociales; otros veían un modo de “amansar” a la gente y que “no pensaran”. Con todo, sea cierto o no, el fútbol tenía una fuerza tal que los campos se veían con más gente que en la actualidad. Los equipos, en cierta medida, ayudaban pues las canteras tenían más relevancia y eso servía para que los aficionados se sintieran más cercanos. Era un círculo en el que el fútbol se movía cómodo. Sería difícil aventurarse pero tampoco las rivalidades habían cogido un rasgo de violencia que fue más común en los ochenta, con lo que ir al fútbol tenía más que ver con la emoción y el espectáculo.

Ver en la actualidad cosas de hace cuarenta-cincuenta años tiene un componente emotivo en los que vivieron aquellas épocas pero también para las jóvenes generaciones que tienen curiosidad por una percepción cercana en el tiempo: estadios en sus orígenes antes de las remodelaciones- por ejemplo, la foto de la Viña que aparece en la revista de Herculanos o la primera foto al Rico Pérez antes del estreno; además se observa a equipos que ahora están pasándolo mal como Pontevedra o Granada. Con todo, lo más interesante es ver como futbolistas a los que mayoritariamente les hemos conocido en la actualidad por su faceta de entrenador(aquella foto de Luis Aragonés vestido de herculano cuando era Luisito en la 59/60 tiene su interés). Es esa curiosidad la que hace sonreír a los aficionados: ver que hubo unos tiempos en los que los cromos eran simples dibujos(el Dinámico), una foto sobre un fondo fingido…hasta los recientes, con gran colorido. El tiempo vuela. También ayuda el fútbol “enlatado” para revivir aquel 12 a 1 ante Malta o aquella final curiosa entre el Madrid y su filial. Hechos que muchos no disfrutaron en directo. Dentro de unas décadas seremos nosotros quienes hablemos a generaciones futuras de aquellos goles de Eduardo Rodríguez, de aquel Manolo Alfaro con sus celebraciones de los goles…pero llegará el día en que dichos jóvenes sentirán el mismo arrebato de curiosidad y verán albums del pasado a la búsqueda de la foto de su entrenador cuando era futbolista o como era el estadio donde sus padres iban a ver a su equipo ganar.

Apunte En este “buceo” deportivo en Internet destaca la evolución del periodismo deportivo. De las crónicas de partidos del Lean, en los años sesenta(estamos hablando de equipos que militaban en tercera) a las exiguas de diarios como el Marca o el As en referencia a la 2ªA y 2ªB hay un trecho triste en el que se percibe el nulo caso hacia muchas aficiones de ciudades pequeñas. Mucho color pero la calidad empeora. Se ha perdido algo de humanismo en la prensa deportiva.