Entre las dos derrotas consecutivas en Liga y el recuerdo de que el Estadio del Mediterráneo fue la "tumba" deportiva de Juan Carlos Mandiá, los viejos fantasmas reaparecen por el estadio almeriense, si bien, dichos entes vienen acompañando al equipo blanquiazul desde el sábado pasado. Unas urgencias innecesarias- es cierto que es un plan a dos años pero los fichajes de relumbrón recuerdan ese " bueno, si suben este año mejor"-, unos resultados sin convencer salvo en Valdebebas y esa noticia que se daba el martes acerca del entorno de Bordalás han enturbiado algo el ambiente; en el fondo quedan otras tormentas que se avecinan en el club, especialmente el vestuario, ante la enésima decisión de Bordalás de dejar a Moisés fuera de convocatoria. Una lista en la que no está De los Santos- entre el fallecimiento de su compañero y que llegó casi a última hora a Alicante, se le dejará para que vuelva ante Las Palmas el miércoles o ante el Cádiz el domingo próximo; otro que se está acostumbrando es Benítez que es, al parecer, el 3er interior izquierda de la plantilla tras Sendoa y la recolocación de Kike Mateo en un equipo cuyo once inicial ya carece de interior zurdo. Entre los lesionados, los dos laterales zurdos, lo que obligará a colocar a Mantecón en su tercera posición en este año, y Redondo en la banda derecha de forma esporádica como segundo lateral tras el citado Mantecón...a no ser que Diego Mateo ocupase el puesto del sevillano como ante el Ascoli. Sin embargo, es demasiado maquiavélico pensar que no jugará el que era predestinado tras la marcha del ex capitán Castro.
Ante ellos, el UD Almería inicia su quinta temporada consecutiva en la división de plata. Al igual que el Eibar hace dos temporadas, el Almería estuvo casi hasta el final con el sueño del ascenso mas una racha de tres derrotas consecutivas- en ese período sumaron 3 de quince posibles por doce de Levante o Nàstic- impidió su realización, ese anhelo de ver a los grandes por Almería tras casi treinta años. Tras el período exitoso de Paco Flores, un gran técnico, se terminó y se fichó a Unay Emery- fantasma pero exclusivo de Bordalás tras ganarle los tres últimos encuentros- con el que se comenzó mal la temporada y parece estar recuperando el paso perdido. Su victoria ante el Cádiz fue el punto de inflexión, venciendo a los visitantes de forma clara y contundente hasta que el colegiado decidió que era hora de hacer caso al S.O.S. del equipo de Oli: un penalty que no es, una expulsión quizás rigurosa y un estado de nervios y cabreo que acabó con otro expulsado local y el partido a punto de echarse a perder. No es un equipo, el de Emery, candidato a subir pero sí a consolidarse en la parte media-alta a la caza de un puesto de ascenso cuando pueda. Frente a ellos, viene el Hércules dispuesto a dar otra imagen que hace ocho días, sin que llegue al desquiciamiento que tuvo Mandiá en su último día como entrenador herculano hace siete meses. Lo único preocupante y que diferencia a un equipo necesitado de otro confiado es que la necesidad produce errores indeseados; es decir, lo que preocupa es que es un equipo al que, salvo el día de Tenerife, le cuesta remontar y eso se nota. No hay la alegría del día del Madrid B sino un poco de temor a que no salgan las cosas como se han planteado desde el principio y eso se nota cuando no se llega con fluidez ante el cancerbero rival.
Apunte Por desgracia, Luis Aragonés ha cumplido su amenaza de dejar fuera a Raúl. Lo peor de todo es que esa decisión no se ha acompañado de otras bajas de jugadores que hicieron el ridículo ante Irlanda del Norte sino que se le convierte en cabeza de turco de una derrota en la que fue menos responsable que los que estuvieron en la zaga en ese día.