Salvado, al menos, hasta el domingo. La victoria ante Las Palmas, un rival flojo, por 2-0 no fue suficiente para que el público siguiera dividido entre pro-Bordalás y anti-Bordalás y, ni siquiera, el marcador a favor evitó los gritos en contra del técnico herculano. En sí, el partido no fue memorable, precisamente; de jugar como en los 45 minutos iniciales ninguno de los habría marcado un gol hasta las tantas; en la segunda parte, el juego seguía los mismos derroteros hasta que llegó Moisés -sorprendente el cambio pues se creía que el delantero no entraba en los planes de Bordalás- y, en su primer disparo, el balón se estrelló hasta el larguero y rozó el gol por escasos milímetros. De repente, el equipo se creyó que podía ganar y mostró unos veinte minutos de buen juego donde se logró la victoria. La falta rematada por Turiel, el disparo de Montenegro que estuvo a punto de entrar y que agitó las redes lo suficiente para parecer que hubo gol y, por último, el gol de Piti tranquilizaba a la afición; de ahí al final, algunos intentos vanos de Las Palmas por recortar distancia pero Aragoneses salvó con alguna parada de mérito. El equipo canario no mostró más que esfuerzo denodado pero sin dar verdadero peligro.
Ahora queda la segunda parte del match-ball que es el encuentro ante el Cádiz, equipo que llegará con la soga preparada para Oli tras tres semanas perdiendo y con la derrota de ayer que cortó el pase a la siguiente ronda. Por tanto, será un encuentro de urgencias pero eso ya se tratará el domingo en la previa. Lo que queda de ayer es la búsqueda de soluciones para lograr la victoria que conceda algo de tranquilidad antes del doble desplazamiento ante Castellón y Salamanca, que calmará la presión salvo que los resultados no sean positivos. La victoria debe servir para el entrenador para comprender los fallos que siguen existiendo- eso ya es cuestión técnica- y también para los futbolistas para que olviden todos lo males que le acechan y recuperen la confianza perdida en estos últimos encuentros. Siguen dando el paso pero les falta el segundo: en el momento en que se ponen delante en el marcador, la victoria es suya; por el contrario, su defecto es que no terminan de remontar el resultado en contra. De lograr resolver este problema, se debe subir para arriba en la clasificación. Lo que queda claro es que la principal virtud de Bordalás en el Alicante, la de la extramotivación a los jugadores, no termina de hacerse realidad.
Apunte En el punto medio está la virtud acerca de la presencia de herculanos en las gradas: El As y La Verdad, 5000 espectadores; INFORMACIÓN, 4500; El Mundo, 3400. A ojo de buen cubero, el Información está más atinado que su competencia. Ahora, a la espera un buen equipo taquillero(Betis, Deportivo o Zaragoza), o bien, "asequible" dentro de lo posible para acceder a siguiente ronda(Real Sociedad, Racing de Santander, Mallorca).