El de hoy no es un partido más de Liga, es un encuentro en el que la "cabeza" de uno y otro técnico estarán en peligro. El resultado de hoy puede dictaminar sentencia en un sentido u otro, incluso no sería de extrañar en los dos... o retrasarse otros siete días más. Los ánimos además no colaboran: ni la victoria ante Las Palmas fue tan balsámica como se hubiese deseado, ni la mejoría que muchos hablan del Cádiz en Castellón sirvió para romper una racha que se prolonga, ¡oh casualidad!, desde aquella matinal en Almería donde el linier les quiso echar una mano para que el descalabro fuera menor. Cuatro derrotas consecutivas han puesto a Oli en una situación que no hubiera deseado en su primer año como entrenador tras dejar las botas hace cuatro meses; para Bordalás no pinta mejor las cosas: los gritos contra él siguieron con el marcador a favor y esa ya es muy mala señal. Lo malo de estos "divorcios" es que, aun mejorándose los resultados, la relación está dañada y muchos invocarían una mejora con los mismos argumentos que el ascenso con Manolo Jiménez, por ejemplo. Es la realidad: cuando una relación se quiebra, pero no hasta el punto de la ruptura, las buenas acciones se miran con lupa pero no así los fallos, que se tiende a amplificarlos. Quien esto escribe desearía que el técnico continuase pero la voz cuesta levantarla cuando otros tienen preparado su particular "ya lo dije yo", del que escribí el martes pasado.
Aparte de lo antes comentado, lo que queda claro es que es un partido de buitres- técnicos en paro que acuden a dejarse ver y observar el equipo que van a entrenar- una vez que los dos técnicos siguen en la picota y se mira otras opciones; el apoyo es escaso y muchas veces se comenta que contraproducente- la "confirmación" es la antesala del cese-. La victoria ante el conjunto canario puede dar algo de confianza, sería lo deseable, pero sólo evitó que cese llegase el propio miércoles como así se dijo tras la derrota de Almería y el conocido margen de dos partidos; para Oli, el partido viene peor, de doble o nada, al jugar fuera de su casa; lo que si es evidente es que el Cádiz empezó muy fuerte pero todo se ha resumido en una terrible "Lobos-dependencia" que ha hecho que, cuando el argentino se ha quedado fuera por lesión, el equipo no ha atinado y no ha sumado puntos. Los ánimos por allí siguen la misma línea de aquí, el sector más "anti-Oli" se muestra más cruel, ellos también creen en la catarsis y muchos auguran un 5-0 en contra lo suficientemente revelador como para que el presidente gaditano cesase al técnico. En definitiva, un partido jugado con dos equipos en tensión, jugándose más que tres puntos y con el riesgo de acentuar la crisis de resultados.
Apunte La derrota de España ayer ante Suecia ha demostrado lo que era patente: con Raúl la victoria quizás no sería posible, tal como jugaron ayer, pero tampoco es el único culpable de la penosa situación de la selección. Al final, dejarlo de la convocatoria ha venido a las mil maravillas a Raúl pues ha estado fuera de otra derrota y, encima, la gente le valora más, una vez que parece emerger desde que se le quitó de la convocatoria.