Es un partido que comienza a coger ese aire de final y lo peor es que lo hace demasiado pronto. Aún quedará mucha liga pero en una mala tarde se puede quedar a seis puntos de la salvación... aunque también puede haber un cuádruple empate a diez puntos si vence y los Castilla, Almería y Numacia no ganan y se tranquilizaría el ambiente. El rival no es que sea muy adecuado; si la semana pasada comentaba, tras el punto logrado en Castellón, que hubiera sido interesante haber jugado en casa, el rival no es el mejor para el partido de hoy- es cierto que no se puede pedir jugar contra el Vecindario todas las semanas- pues el Salamanca está en una racha que recuerda en parte la que tuvo el Hércules el año pasado cuando todo salía de cara: Moisés marcaba goles, Toche lo marcaba de espuela o la facilidad para que los defensas rivales alojaran el balón en sus propias redes. Tiene muy buenos jugadores, liderados por Vela, y encima en una buena onda; es decir, tienen ese punto de confianza que hace que casi todo lo que prueben les sale bien; por el contrario el Hércules no logra alcanzar dicho punto: cerca de 400 minutos sin marcar, fallando ocasiones como la de Kike Mateo cruzando en exceso el balón cuando Oliva estaba ya batido. Como dato anecdótico, el año pasado a estas alturas, el equipo había lanzado cinco penas máximas mientras que este año el casillero está en blanco. No es una cuestión arbitral sino la sensación de qué equipo está en una buena línea y quien no.
Pero el fútbol, afortunadamente, no sigue parámetros exactos y cabe la sorpresa ;esa es la intención que busca este Hércules configurado para hacer una muy buena temporada y que ahora tiene visos de pesadilla antes de Navidad. Saldrá a jugar previsiblemente con el mismo equipo, salvo Kike Mateo, que en Castellón. En la situación en la que está el equipo alicantino sería un suicidio ceder la iniciativa al equipo castellano pues acabará haciéndose un partido muy largo...o corto(salvo que Uribe logre dar al equipo mayor fortaleza psíquica y estos no bajen los brazos demasiado rápido si reciben un gol); por tanto, lo principal sería lograr controlar el partido y aprovechar la primera ocasión de gol que tuviera el equipo blanquiazul -ello no quiere decir que se juegue "regalando" la primera parte como se dice en algunos partidos-. A estos equipos sólo se les vence con posesión de balón y que los charros lleguen a las inmediaciones de Aragoneses lo menos posible; ceder el balón supondría que los Quique Martín, Vela, Braulio tuvieran sus opciones y ahí sí vencerían. Eso sí, vencer en Salamanca sí sería un buen inicio para una reacción que ya está tardando en llegar.
Apunte Los halagos recibidos por el "Kun" Agüero tras el gol marcado por la mano están resultando lamentables para quien lo alaba por un gesto de "pillería". En vez de reclamar juego limpio se aplaude un hecho antideportivo; se puede ser "pillo", "vivo" sin tener que recurrir a estas cosas.