Parece que este año 2005, exitoso para la entidad, se está cebando con los jugadores como "precio" de un ascenso algo inesperado. Uno tras otro, han ido cayendo, Asián, Marrama, Nano y Carlos Pérez- éstos últimos para esta temporada que se inicia dentro de diez días- mientras que otros han rozado la desgracia como fue el caso de Sisi, tras un esguince de tobillo, o Toché (distensión del ligamento cruzado). No se recuerda un año tan negro desde el punto de vista traumatológico pues lo natural, dentro de la mala suerte, sería una triada de algún componente de la plantilla pero no de cuatro por no contar ese maltrecho tendón rotuliano que impidió a Mora jugar con el equipo durante la primera vuelta o la lesión del joven Marcos Guerrero y por el que no pudo jugar durante todo el año, producto de otra tríada durante un entrenamiento. Incluso Gustavo Belmar tuvo que retirarse del fútbol tras unas molestias en la rodilla que se le reprodujeron en diciembre del año pasado. Al igual que el Barcelona, el Hércules tuvo la enfermería activa durante toda la campaña y acabó logrando la gesta del ascenso como el equipo culé su campeonato de liga, a pesar de las lesiones de Larsson, Motta, Gabri, Silvinho, etc. Salvo Asián y Marrama, las otras lesiones se han producido en circunstancias algo más tristes: el central valenciano tuvo un mal giro durante el partido de la presentación del Benidorm, lo que le produjo la temible rotura del ligamento cruzado, mientras que Nano se lesionó en el jardín de su casa, en una evidente muestra de mala suerte que persigue al equipo en este año.
Quien no estará en dicha enfermería será Sánchez Broto, quien estaba predestinado a ser el portero titular, y que ha denunciado al club ante la AFE(es más evidente que la que se anunció ante la FIFA) por varios conceptos que será difícil defender. Recordemos que el portero maño fue presentado ante la prensa sin haber realizado el reconocimiento médico previo, que el contrato establecía una cláusula por el que se validaba en caso de que el trámite fuera positivo -se estableció un límite de dos semanas-, que el portero se lesionó en el primer entrenamiento (o según el club, el jugador comentó las molestias que tenía) y, finalmente, dicho reconocimiento fue negativo y, en consecuencia, no se consideraba válido el contrato. Si bien el club cometió la chapuza de presentar al jugador públicamente sin cumplir el citado trámite, el portero tiene poco que aducir. Entiendo que se pueda sentir molesto y cabreado pero no hay defensa posible en esta ocasión. También él cometió el fallo de aparecer en un entrenamiento sin haber realizado la exploración médica previa que demostrase que estaba en condiciones cuando se firmó el contrato y le habría dado fuerzas legales si el club hubiese rescindido dicho compromiso al portero. Sencillamente, el Club vio el "cielo abierto" cuando el jugador se lesionó y pudo decir que no al fichaje. Otra cosa será si la lesión de rodilla era tan grave como decía el club o era cuestión de días según el guardameta.
Apunte La afición herculana tardará un año en ver las evoluciones del lateral derecho Marcos Guerrero, jugador cedido el año pasado del Málaga B, aunque sea, en esta ocasión, en las filas del filial malacitano. Otro jugador inédito del año pasado es Ibón Díez, al que se le podrá ver cuando el equipo asturiano pase por Alicante.