martes, agosto 23, 2005
Adiós, Rubén
Se suele decir que es "ley de vida" que una persona marche y ceda su puesto en beneficio de otra. Sin embargo, hay bajas y bajas. No es lo mismo la tristeza de ver marchar a Luigi Moure que verte marchar a ti, Rubén. Muchos son las razones pero una pesa sobre el resto: no se olvida por muchos herculanos que pagaste tu cláusula de rescisión y te marchaste del Novelda para recalar en este equipo. Junto a Gustavo Belmar, tu ex compañero en el Novelda y al que, por cierto, dediqué una carta como homenaje a un gran profesional que debía dejar el fútbol, lograste que el herculano se pudiera sentir orgulloso de dos futbolistas que deseaban llegar al club a pesar de todo lo que se decía de la entidad. Dos temporadas donde jugaste cerca de 70 partidos y, por tanto, tan partícipe de este ascenso, a pesar de no jugar los partidos más importantes, como los demás miembros de la plantilla. A pesar de que tu rendimiento fue de más a menos, muchos herculanos consideramos que no se está actuando contigo de forma correcta.
Durante esta temporada pasada los herculanos hemos mostrado nuestro pesar porque fallabas en algunos lances de los partidos, supongo que eras consciente de tus errores; también nos hemos alegrado cuando la primera decisión desde el Consejo y el cuerpo técnico era la contratación de un entrenador de porteros, el ex deportivista Canales para poder ayudarte. Sabíamos que lo que te pasaba no tenía nada que ver con conceptos básicos de un guardameta sino con una especie de desánimo, quizás por la muerte de Humberto Núñez, quizás porque necesitabas que alguien te apoyara y te aconsejara para rectificar los fallos. A pesar de todo, estuviste ahí durante toda la temporada y si alcanzamos la promoción se debió también a tu labor bajo el larguero, además de los tantos realizados por tus compañeros. Al final no te acompañó la suerte y la llegada de Butelle te quitó tu merecido premio de ayudar a subir al equipo. No te voy a negar que esperaba(no deseaba) que el francés no iba a tener una tarde buena ante el Barça B y que tú serías el que defendiera la portería herculana en el play-off. Pero no. El joven francés se quedó con tu puesto gracias a una seguridad impropia de alguien que había estado sin jugar ni un minuto en todo el año. Ignoro si llegaste a hacerte ilusiones de que Mandiá te dejase jugar los últimos minutos del partido ante el Alcalá para que pudieras cumplir tu sueño de homenajear al "Nene" con su mítica salida en rodillas, dirección a vestuarios pero muchos sí lo deseábamos. Con el ascenso, muchos ya daban por hecho que no seguirías en el club puesto que no habías jugado los partidos fundamentales.
Muchos nos acordaremos de tu profesionalidad aunque esperemos que ese recuerdo sea más por cariño y no porque tus sustitutos no lo estén haciendo mucho mejor. Espero que encuentres tu hueco en cualquier plantilla y puedas mostrar tus cualidades. Desde aquí te seguiremos en tu periplo profesional.
Adiós, Rubén.