Es la pregunta que acecha al "entorno" herculano después de la poca afluencia del jueves pasado en la presentación, así como esos escasos cinco mil abonados inscritos desde que se abrió a mediados de julio la campaña de la discordia y su posterior rectificación, de la que esta bitácora o "blog" informó en su momento. Aunque ha pasado mes y medio de aquel junio histórico cuando el estadio mostraba una mayor afluencia, el tiempo parece lejano, muy lejano. Poca gente puede llegar a entender qué hechos han desencadenado para que aquellos que acudieron al estadio en tales días no se hayan "retratado" por taquilla a la hora de abonarse al club que les brindaba una alegría tan grande. Durante una semana las camisetas herculanas proliferaron por Alicante desde aquella noche en la que el equipo medio sentenciaba el ascenso- incluso, un aficionado lució su camiseta blanquiazul de aquello años buenos y ese dorsal 18 con el nombre de Visjnic, casualidades de la vida, entrenador del equipo rival en aquella noche gloriosa- hasta el día en que nos vimos en la Plaza del Ayuntamiento para celebrar el ascenso. Sin embargo, la alegría duró poco y la gente acude a la sede social en cuentagotas, salvo días determinados. Tampoco es para poner la gran alarma pues se abonará buena parte de aficionados en la semana que empieza y que culminará con el partido ante el Málaga B, el próximo domingo a las siete de la tarde, retransmitido por Localia.
Es difícil barruntar los motivos para que la gente, que fue tan feliz en esos días del ascenso, no se haya decidido por abonarse. Un motivo interesante sería el precio tan barato que se puso en su día para disfrutar de la fiesta(2€ en Fondos o 3 € en Preferente, por ejemplo) y contraponerlo con el que se puso el jueves pasado para un partido amistoso y retransmitido por televisión(10 € en Fondos, 15 € en preferente o 25 € en Tribuna, más de las 4.000 antiguas pesetas), con calor y en pleno verano; en este caso no hablaré de los precios de los abonos pues muchos replicarán con esa célebre frase de que son los más baratos de la 2ªA pero la campaña no se hizo bien y algunos se han echado atrás(no se entiende mayor graduación con los niños, ahora el problemas surge a partir de los diez años); también pesa en contra la actitud, a veces díscola, del Consejo que tan pronto se muestra hostil con los precios como clemente en exceso para abaratar los precios, lo que no permite tomar en serio estos abonos y la gente no abonada espera a que, en el final de temporada, reduzcan precios para apoyar al club porque han acabado en mitad de la tabla y no hay nada en juego, o bien, se juegan algo serio(salvarse del descenso a 2ºB/luchar por el ascenso a 1ª) con lo que saben que el Consejo tomará cualquier decisión injusta con el abonado afirmando, según ellos, que es necesario "abrir los brazos" para que haya más gente para animar. Más allá hay un trasfondo que no culpabiliza a Ortiz de esta situación de invitaciones para abonados, precios superbaratos, puertas abiertas,etc. Es la propia actitud del aficionado del Hércules o de otros equipos de esta ciudad (no incluyo a los fieles que vamos haga sol o truene, estén los precios a 80 ó 180 €) que, cuando el equipo desciende*, les da la espalda de forma injusta. Será difícil encontrar en Alicante ejemplos como el que dieron aficiones como la atlética, la bética o la sevillista durante sus años del "infierno".
Apunte De Foietes, Tajonar o el Plá al Santiago Bernabeu. Los periodistas, aficionados y jugadores dan un salto de calidad y visitarán campos muy lejanos de aquellos campos de 2ªB. Lo bueno será el previsible aplauso que recibirá el "once" blanquiazul cuando salga del túnel de vestuarios y los madridistas acojan con cariño a aquel equipo que les dio en bandeja la Liga 96/97 ganando al Barça. Será la primera vez que se encuentren ambas entidades tras aquella gesta.
* en esta cuestión hablo en general no sólo del Hércules.