El lunes pasado se produjo la dimisión que pocos esperaban tras la excelente campaña del ETOSA. El presidente Luis Castillo realizaba una rueda de prensa en el que se mostraba crítico con la situación política y la económía del club. Específicamente, estaba molesto con la actitud de determinados políticos en referencia al tema del pabellón y la desidia para ser construido y que, probablemente, impedirá la presencia de la selección española en Alicante durante el Europeo 2007; mientras tanto, el alcalde está entre el pabellón en Rabasa y cubrir la plaza de toros, en una muestra de absoluta falta de imaginación y aplazando la construcción; asimismo, el ex presidente se mostraba preocupado por los problemas económicos, con ingresos muy por debajo de lo que esperaban en comparación con la gran temporada y arrastrando el déficit del año anterior cuando la planificación llevó a un cese del entrenador, contratación de otro más el fichaje de varios jugadores con el coste consabido,etc. En la rueda de prensa no podía fallar la crítica al Ayuntamiento por el incumplimiento de unas promesas de cobro. Todo se pudo deber, como aseguran muchos comentaristas, a la división existente en el seno del PP regional, entre campsistas(alcalde, presidente de la generalitat) y zaplanistas(presidente de la diputación y el mayor número de apoyos puesto que Alicante es la única provincia donde vencen aún los partidarios del actual portavoz del PP y ex ministro). Sin negar la evidencia del problema actual del equipo de baloncesto, hay otros argumentos más generalizados que preocupan.
Desde hace años, el deporte local ha tenido problemas constantes. Todo deporte que estaba en la élite sufría lo indecible para existir. A parte del tema cíclico del Hércules, el balonmano se lleva la palma: en este año que se celebra el 25º aniversario, el equipo masculino ha estado a punto de desaparecer por segunda vez tras innumerables problemas que pusieron en duda la realización de desplazamientos, el equipo femenino sufre para lograr el patrocinador; el tema del baloncesto parece asumir el negro futuro del balonmano aunque se espera que se haya aprendido de entonces, cuando Helados Alacant dejaba al club sin patrocinador; el tenis de mesa con el Enebé tuvo que renunciar a jugar en Europa por problemas económicos; los demás deportes no logran salir de la mediocridad económica de esta ciudad y se conforman con estar en categorías inferiores. ¿Qué es lo que pasa en esta ciudad con el deporte? Es difícil responder. Quizás todos debamos mirarnos a la cara y asumir nuestros fallos: las instituciones por no apoyar, sea económicamente, sea presencialmente; las empresas por no querer invertir en deporte, quejosos por una política fiscal de mecenazgo y patrocinio poco ambiciosa, y que dudan de si será una inversión rentable que su nombre aparezca asociado al club de turno- ¿por qué la CAM, empresa emblemática alicantina, no invierte en deporte local?-; por último, la afición debe de ver también su responsabilidad ya que el carácter alicantino en los últimos tiempos ha destacado por no apoyar a sus equipos en los peores momentos. ¿Hace falta recordar la poca presencia de aficionados en el Centro de Tecnificación la temporada siguiente a la del descenso de la ACB?¿Hace falta recordar los pocos que nos abonamos al Hércules tras bajar de Primera y de Segunda? ¿Hay llenos en el Pabellón Pitiú Rochel cuando juega el equipo femenino de división de honor? Incluso el ETOSA no ha logrado colgar el cartel de "Todas las entradas vendidas" a pesar de ser la temporada más exitosa en la historia del básquet en esta ciudad. Todo es una pescadilla que se muerde la cola. Si la afición fuese fiel "en todo momento" al club, quizás las instituciones se mostrarían más animadas a apoyar al club y las empresas darían un paso más adelante para que el patrocinio sea estable como en Málaga(Unicaja), Sevilla(Caja San Fernando) o Valladolid(Forum Filatélico).
Apunte También hay que reconocer la mala suerte de Alicante. Tras veintiséis años de democracia, sólo la época de Ángel Luna(1991- 95) ha sido de apoyo al deporte de élite en esta ciudad(aún así, habría que mirar con lupa)mientras que Alperi y Lassaletta no pasarán a la historia, precisamente.