Es fácil definir un partido tan
deplorable en el que el rival vapuleó más allá del 2-3 que reflejó
el marcador. El equipo, que pareció contar con la Santa Faz durante
buena parte del partido en forma de fallos pimentoneros ante Falcón,
se vio superado minuto a minuto. Sólo podía contar con la suerte
divina para lograr una gesta que, por juego, no merecía. El pater
Parreño decía esta semana que “la Santa Faz no marcaba goles”,
lo que no contaba es que la imagen podía ayudar a ganar pero nada
podía hacer si se hacían regalos como los de Héctor Font en el
0-1, con una cesión tan perfecta que sus compañeros tuvieron que
hacer muy visible al público el apoyo al jugador. No diré que
estaba afligido porque el “no me encontrará” que, supuestamente,
dijo al entrenador Quique Hernández en el mercado de invierno se
olía entre la grada, como si golpeara al mister en el cuerpo del
Hércules. No contento con ello y, ahí reconozco un punto de mala
suerte, vio como tocaba lo suficiente para estar implicado en el gol
en propia puerta que supuso el 1-2 murcianista.
Como hace dos semanas, el conjunto
dirigido por Quique Hernández contó con el episodio de lesiones.
Sissoko tuvo que retirarse lesionado, siendo otro más de los tantos
en caer a lo largo de esta temporada. Esa lesión implicó que
saliera Font que ya, en su primera jugada, estuvo en un tris de
complicar el asunto a la zaga blanquiazul pero, a la segunda, ya dio
el pase del 0-1. Ya antes merecía el Real Murcia ir por delante tras
el disparo al larguero por parte de Kike o el inexplicable fallo de
Malonga. El conjunto local pudo llegar a igualar pero el poste
impidió el 1-1 de Portillo. Gai Assulin marcó en una jugada en la
que parte del mérito la tuvo el joven Alex Muñoz al recuperar un
balón que luego dio a Font que, al menos, tuvo una decisión buena
de ceder al jugador hebreo. Eldin tuvo el 2-1 tras el descanso pero
la mala suerte acompaña a un equipo que se estará arrepintiendo de
la excesiva tranquilidad de los partidos de marzo, cuando se veía
bien empatar con Eibar, Numancia o Real Jaén. Dos goles en tres
minutos sentenciaron el partido y, a punto, estuvo de un cuarto tanto
en una doble ocasión que el palo repelió. Pero la Santa Faz quiso
darle un poco de aire al conjunto local permitiendo que el disparo de
De Lucas entrara en la meta defendida por Casto pero poco más.
Cuatro puntos de veinticuatro posibles,
cero de doce puntos en los cuatro últimos partidos, con una
plantilla que se cae a pedazos, víctima de una planificación y una
preparación física extraña viendo tanto “caído”.
Apunte Eso sí, ojito con el
partido de la próxima semana en El Molinón. En 1997, el Hércules
C.F. jugaba su último partido como equipo de Primera división en
aquella 1996/97-los tres últimos partidos los disputó como
descendido matemáticamente-, donde perdió 2-0. Dos años después
descendía en el feudo gijonés con dos semanas de antelación a 2ªB
por idéntico resultado.El último 2-0 lo obtuvo el año del descenso
a Segunda...cuando quedaba toda una vuelta por jugarse. Y , para más
inri, con entrenador nuevo por parte local.