En
teoría, se tendría que estar pensando en esta final ante un Nàstic
de Tarragona, mirando jugadores para una supuesta revolución de
enero y sacando la calculadora en diciembre-en el mejor escenario, 19
puntos en una vuelta y necesidad de una segunda vuelta de “play off
de ascenso en el caso de no ganar a Nàstic y S.D. Ejea- porque el
año 2020 se asegura muy turbulento. Además, se preveé un año
tenso en lo institucional.
En
este ambiente turbio, el club se ha sacado la mencionada comisión en
la que Juan Carlos Ramírez tendría pensado poner a Quique Hernández
como presidente. Sin entrar en la noticia, pienso en dos argumentos
que deja en el herculanismo:
*
Globo sonda. Aplacar el ambiente con un nombre que, para los
aficionados, tiene gran valor afectivo. Tampoco me extrañaría que
esa decisión fuera de su socio, más acostumbrado a esos manejos
emocionales de “ahora me pitan, ahora saco ésto y aplaco los
ánimos”. Si a mí me ha producido estupor, no me imagino a
aficionados mucho más críticos con la gestión del club.
* “De
aquí no nos sacan”. Con todo el revuelo que se está armando en el
entorno del club- vuelve las apelaciones al “Ortiz, vende y vete”-
con las últimas decisiones, sacar esta comisión es una manera muy
clara y evidente de Ramírez(y detrás su socio) de dejar bien claro
que, “de allí no le sacan ni los GEOS”, un mensaje cristalino de
no desprenderse del club. Como positivo-por decir algo- es que
pensarían en la permanencia del club en ese año 2022.
En
definitiva, una decisión que es difícil de asumir cuando hay tanto
en juego.
Apunte.
Una cosa es el deseo y otra es la realidad. Que el club quiera
recuperar a Chechu Flores deja una cierta sensación errática.
También, creo que el jugador no querrá echarse atrás en su
decisión inicial marcada en la carta en la que se despedía de los
aficionados.