viernes, septiembre 27, 2019

Desde atrás

Cuando se produce una hecatombe deportiva como la que le ha ocurrido al Hércules CF(1 punto de 15, cuatro derrotas consecutivas y dolorosas) suele producirse habitualmente un cambio de entrenador-en algunos casos, doloroso- y que el nuevo decida darle 180º a una trayectoria que amenaza desastre.



Las derrotas que se vinieron sucediendo desde la segunda jornada-no nos olvidemos, se pudo poner dos goles por delante ante el Villarreal B y se acabó perdiendo- han ido talando el árbol de un entrenador que había conseguido un logro mayor que el de otros anteriores(dos años sin promoción y la pasada hasta la final contra la SD Ponferradina) pero se ha ido larvando un mal ambiente desde entonces y que ha acabado con una muy discreta pretemporada y un comienzo triste. Reconocí, tras la derrota con el conjunto arlequinado, que no había ya más vidas, que habían ganado los que quisieron crear desde junio un ambiente turbio, difícil de digerir, casi deseoso de finiquitar cuanto antes con Planagumà. Lo que sí me ha enseñado este verano es que no quiero escuchar más la palabra “proyecto”, “paciencia” ni más patochadas varias: ¿se quiere “sangre”?, así sea. Ascenso o “muerte” deportiva del entrenador “x” en Alicante. Cuando se vive en la fina raya del éxito y el “fracaso” suele pasar eso, que no se perdona nada, ni siquiera en técnicos que sí merecían algo más. Klopp hubiera sido cesado en Alicante si el Hércules hubiera perdido una final como la del Liverpool en 2018(3-0), no habría ganado la de 2019 porque aquí es blanco o negro. Lo dicho, no me hablen de “paciencia”. Un machaconeo constante en verano, también de lunes a sábado acaba generando una situación como la vivida en estas cinco jornadas. No quiero entrar en si los jugadores hicieron la cama al entrenador, aunque hay lances que me apuntan que sí. Lo que sí es cierto es que se han metido en un buen berenjenal que cuesta el doble salir(generalmente, porque son equipos que tampoco tienen la suerte de su mano en momentos puntuales a lo largo del partido).



Ahora llega un nuevo técnico. Por el momento, observaré sus primeros partidos porque, afortunadamente, para él no hay una historia reciente como sí tenía Pedro Munitis, un técnico con cuatro “Ponferradinas” en su única temporada con play-off(Reus, derrotas 0-3/1-0 y Cádiz, derrotas 1-0 y 0-1, es decir 360' sin marcar) porque, claro, ahora todo se va a juzgar en cuestión de cuántas “Ponferradinas” tenga un entrenador.



Para empezar, eso sí, deberá preparar un equipo que funcione desde atrás hacia adelante, parando la sangría que tiene el equipo(nueve goles en cinco partidos), además en un campo complicado por ser césped artificial. Ya veremos qué planteamiento prepara para el primero de los partidos para revertir una situación que, visto como están los ánimos, debe hacerlo pronto para evitar un drama de temporada. Y como la paciencia flojee con dos-tres malos resultados, supongo que se volverá a criticar al entrenador como se ha hecho con el anterior.



Apunte. Salió el otro día una noticia sobre el jeque del Almería y que quiso comprar el Hércules CF pero que no prosperó. Intrascendente. Se sabía que no iba a vender, por lo tanto, sería innecesario mencionar una noticia que no iba a aportar nada. Ratifica que se desaprovechó un momento importante como fue la subasta para cambiar algo.