lunes, septiembre 23, 2019

Arenas movedizas

Quizás, la imagen que recuerden del cine es la de ese personaje que empieza a ver que el suelo empieza a atraparlo y succionarlo mientras hace intentos de salir, bastante infructuosos. Así fluía la mente tras salir escopetado tras el 1-3. Sí, como muchos que acabaron hasta las narices de un penoso espectáculo de un equipo apañadito y afortunado por los dos regalos de la primera parte. Es difícil encontrar un comienzo tras penoso de esa manera. Ya ni siquiera por delante como el día del Prat o el día del Villarreal CF “B”- nueve minutos de 450 disputados* ha estado con marcador a favor-, a remolque en la mayoría de ocasiones y con un estado de ánimo desolador que culminó con el 1-2 del Orihuela en una contra de manual, a partir de un saque de esquina horroroso por parte de los locales. Un desastre al que se suma una plantilla que, aún no se sabe, si le tenía ganas al entrenador anterior y que se ha metido en un berenjenal de los que son difíciles de salir. El año pasado, el CD Castellón logró salvarse en el minuto final de la jornada 38. Una situación en la que todo te sale mal y el rival lo tiene fácil para machacar sin esforzarse. Ahora se tiene que ir a lo sencillo pero, a su vez, a lo trabajado de verdad. No es época de jugadas sin sentido y hay que tener las ideas claras. Ese debe ser, además del psicológico, el trabajo del nuevo entrenador. Convertir un equipo desangelado, desmotivado al que no le sale nada en un equipo serio. Aunque tampoco nos extrañemos unos primeros partidos de buscar la seguridad desde atrás y buscar evitar la sangría habitual.

Lo peor de ayer fue la sensación que, cualquier equipo bien armado, te puede hacer daño. No quiero quitar méritos al conjunto oriolano pero si ya nos hizo daño con pocas complicaciones, no quiero pensar un rival con más cualidades. Se apostó por un equipo más normal con Fran Miranda y Diego Benito en el centro del campo pero el equipo se descosió por las bandas con Álvaro ejerciendo de lateral derecho-tercera opción tras el lesionado Felipe y el canterano Olmedo- y Rulo de lateral izquierdo, desacertado. Penalty sencillo en el 0-1 que ejecutó Chechu pero lo peor, sin duda, es el saque de esquina que originó el 1-2 que finiquitó el encuentro-al menos en mi ánimo- porque no es de recibo tirar un partido en una jugada así, que tanto había costado empatar. En la segunda parte fue un quiero y no puedo constante, con acumulación infructosa de delanteros que acababan estorbándose para rematar y un espacio amplio detrás en el que llegó el 1-3, pero que pudo haber sido antes. Hay flanes más quietos que los jugadores del equipo blanquiazul con una excepción: los jugadores que estaban calentando en la banda y que el entrenador vio que estaban casi parados y les tuvo que poner las pilas de malas maneras. Porque eran jugadores que tenían que salir, pero que, en otras circunstancias, habrían sido relevados por otros tres a calentar.

De las próximas semanas depende el devenir del equipo que, ayer, dejó unos nubarrones negros muy desoladores tras ver que un rival te arrollaba en la segunda parte sin dificultad. El problema es que ahora hay que salir puntuando-por no decir ganando- en el próximo desplazamiento porque, después, vendrá un FC Barcelona B y luego ir a Andorra ante el equipo revelación. Ese punto puede ser una losa si no se saca algo importante en tierras gerundenses y encontrarse con dos rivales que pueden laminar mucho el ánimo desolado.


Apunte. Mirando en temporadas anteriores, hace dos años sumaba un punto el CF Peralada y acabó noveno, al igual que el CD San Fernando. De catorce antecedentes desde la 2014/15, cinco bajaron a tercera, dos jugaron el play-out y los otros siete se mantuvieron con más o menos dificultad.