domingo, marzo 03, 2019

Jugando con el peligro.

Una vez más, el pitido del colegiado dejó a la gente con la satisfacción de los tres puntos y el miedo en el cuerpo. Quizás, la sensación fue diferente a la de hace dos semanas, cuando el miedo rondó demasiado la meta de Falcón. Ayer, el miedo duró poco y, de hecho, los tres minutos de descuento se pasaron muy rápido y con poco sufrimiento. Pero el equipo sigue sin cerrar un partido y eso deja preocupada a mucha gente. Este Hércules o mata o fortalece, es evidente. Al menos, estamos ante el mejor Hércules de segunda vuelta de esta última etapa(14 puntos por 13 de Herrero/Mir) pero aún quedan cosas por mejorar.

Como siempre, es difícil valorar un partido si la deriva pudo ser otra de haber acertado Benja en la primera parte un remate difícil. Sin embargo, el 0-1 fue el primer cambio de resultado del partido de ayer y, por segunda vez, se logró revertir y convirtiendo, esperemos, en un factor importante de cara a lo que queda de temporada y deseada promoción: remontar(que no era algo habitual durante la primera vuelta) y saber sufrir aunque le faltara mantener la pelota. Una vez más asistimos a un festival de pases imprecisos que,hasta en dos o tres ocasiones, generaron auténticas caras de sufrimiento. La primera parte no fue bonita, seamos realistas. Mejoró en la segunda parte donde el equipo, aparte del acierto, tuvo algo más de criterio durante 35'.Sí, luego llegó el sufrimiento pero Falcón tuvo, a mi parecer, menos trabajo que hace dos semanas.

El empate llegó a balón parado. Ojo que, con todo, lleva el equipo materializados varios goles, muchos en la segunda vuelta, a balón parado y eso es justo reconocerlo.Una falta escorada, larga. El esférico llega al otro extremo del área grande donde Juli prologó al área pequeña donde Iñiguez marcó el 1-1. Benja, Miranda tuvieron el 2-1 pero, al final, un empujón en el área grande acabó siendo penalty, materializado por Carlos Martínez, marcando el definitivo 2-1. Victoria algo más justa ante un filial que cayó también por una falta de ambición ante Falcón.
 
Apunte Absurda, por innecesaria y porque esa norma no debía estar en el código disciplinario, fue la amonestación que recibió Carlos Martínez por llevar una máscara durante la celebración. Ahí, el fallo vino del cuerpo técnico porque podría haber evitado que se le diera la máscara a Samuel cuando se acercó al banquillo.