jueves, marzo 28, 2019

Castellón y Alicante

Me encanta la rivalidad si se lleva bien. Si se lleva mal, duele porque odio las disputas irracionales por un juego. La rivalidad, en el buen sentido, hace que un partido tenga un interés mayor que ante otros rivales. Jugar contra el Elche CF, Real Murcia, FC Cartagena o Valencia CF aporta un plus que otros equipos no lo hacen con todo el respeto hacia esas aficiones. 

No quiero olvidar tampoco en esta relación al CD Castellón. Es cierto que no es, precisamente, la cercanía lo que hace factible esta rivalidad. Aunque se considera un derby regional, el valor viene de más de ocho décadas luchando en primera, segunda, segunda B y Copa del Rey. Hubo un tiempo en el que no coincidieron ambos clubes en la misma categoría; hubo otra época en el que era habitual la visita a la ciudad castellonense. Castellón supuso, por cierto, uno de los mejores momentos(ascenso en 1984) y otro de los peores(primer descenso a segunda B en 1988).

No voy a negar cierta admiración por el conjunto castellonense. Ha sobrevivido durante ocho temporadas en tercera división, la cuarta categoría nacional; ha rozado la desaparición y ha tenido varias temporadas con un cúmulo de mala suerte impresionante. La temporada pasada planteó una campaña de abonos ambiciosa pero lo que más me llamó la atención es que la afición no dejó al equipo. En cierto sentido, me recordaba el conjunto castellonense al Granada CF durante esa estancia en tercera y cómo acabó escalando categorías tras no rendirse. 

El sábado volverá a ir el Hércules al Nuevo Castalia, donde curiosamente, empató a cero en las cuatro últimas temporadas y muchos recuerdos pero uno, para el herculanismo, grato: cuando venció 1-2 en la temporada 2002/03 rompiendo la racha de los de José Luis Oltra, imbatidos toda la temporada hasta esa jornada 31ª.

Apunte.  Muy emotiva la presencia de Mario Alberto Kempes en Alicante. Tras leer su libro autobiográfico en un santiamén, alegra ver que ha plasmado, para la gente que lo lea, una buena imagen de Alicante y del Hércules. Escasas páginas y todo positivo. Dista mucho de lo que escribió sobre los aficionados del Valencia CF, aunque considera que, con su homenaje en el 93 "hicieron las paces".