No puedo remediarlo, es insoportable. Sí, hay temas en lo futbolístico que son más importantes(ya no digo fuera de él, el deporte es un entretenimiento) pero, a veces, me saca de quicio lo mismo: la frase de rigor que dice el futbolista, a lo largo de la semana, para intentar algo: ¿convencerse él?¿convencernos a nosotros?.
Cuando se está a buenas, cualquier frase es cogida dentro del entusiasmo y nada trasciende más allá de la entrevista: cuando llega el partido dominical, buena disputa y tres puntos en el zurrón. Sin embargo, basta que las cosas se tuerzan para que cualquier frase de un futbolista entre semana coja un sentido nada agradable cuando, llegada la hora de competir, el resultado acaba resultando infumable. Para más inri, si el jugador que habla no está afortunado en ese partido, esas palabras se convierten en un doloros bumeran que acaba devolviéndole a la realidad.
En estas dos temporadas ha sido un permanente clásico de frases desafortunadas del tipo :"Aún hay tiempo para clasificarnos", el célebre "hay que dar un arreón en enero" de Samuel,"encadenar dos victorias" como ha dicho Falcón(y uno se acaba acordando de sus fallos en Sabadell y ante el Cornellà). Cada semana tenemos un par o tres de frases que acaban desesperando cuando luego llega el domingo. Como si fuera "Atrapado en el tiempo", seguimos leyendo/escuchando los mismos mensajes.
El aficionado está hastiado con las mismas frases que lee/escucha y que sólo le hace ver la energía tirada para un titular evidente. El domingo llegará y la calculadora volverá a echar humo porque, desde la primera jornada, no han jugado como correspondía...y el miércoles siguientes volveremos a tener otra ración de "aún queda tiempo", "no nos descarten" y otras frases huecas más.
Apunte Lo que ya me parece mal es ir a atacar al propio profesional fuera del terreno de juego. Es un clásico de las malas clasificaciones: coches rayados, insultos en el domicilio como le ha pasado a Lucas Pérez o ir más allá en los campos de entrenamiento.
