Sin duda, la polémica paseó por Alicante bien pronto el domingo
pasado.La expulsión a Alberto Escassi dejó una buena dosis de
comentarios sobre la rigurosidad o no del colegiado asturiano Pablo
González Fuertes. Personalmente, creo que la expulsión es dolorosamente
justa-otro tema es que el jugador onubense se excedió porque el agarrón
no fue para caer como si lo hubieran matado-, a pesar de otras frases
tales como “no se puede cargar un partido así”. El equipo tuvo que jugar
buena parte del encuentro con diez jugadores, en inferioridad numérica
“objetiva”-la “subjetiva” sería cuando un jugador está en el terreno de
juego pero pasa absolutamente desapercibido-, contra un rival que
demostró que se merece la situación clasificatoria.
Decía Helenio Herrera que se jugaba mejor con diez que con once. No
sabría si darle la razón o no. Lo que sí sé es que jugar con diez no es
determinante para perder un partido, salvo que vaya acompañado de ese
famoso “penalty y expulsión” que popularizó el juez de línea Rafa
Guerrero- estuvo en un tris Escassi si tarda un segundo más en agarrar a
Álvaro Antón-, pero se puede ganar con un jugador menos, incluso dos;
un ejemplo de lo último hubiera sido si Braulio hubiese acertado en
aquel partido de la temporada pasada ante la S.D. Ponferradina donde el
equipo, con nueve(sin Mario Rosas ni Peña), logró provocar una pena
máxima que pudo haberle dado los tres puntos y romper el 1-1 que estaba
en el marcador. El Hércules C.F., por ejemplo, ganó al Real Madrid
Castilla(2-1), en esta temporada,con diez jugadores tras la expulsión de
Borja Gómez.
Si clasificáramos las peores expulsiones que se pudieran dar en un
terreno de juego, la primera posición la ocuparía la del cancerbero con
los tres cambios hechos, obligando a un jugador de campo a ocupar la
posición. En segunda posición, con tres cambios realizados, la tarjeta
roja a un defensa(el entrenador debería recomponer la defensa con los
jugadores que hay). Ya en tercera posición, estaríamos hablando de
situaciones como la del pasado domingo, donde el técnico ya puede optar a
hacer un cambio para resolver el problema. Azkorra, que merecería ser
titular el próximo sábado, tuvo que salir bien pronto porque lo normal,
con la expulsión de un defensa es que el delantero o los extremos sean
sacrificados para que salga un nuevo zaguero. Curiosamente, si es el “9”
el que ve la tarjeta roja, la incidencia es menor, no es tan urgente un
cambio; en ese caso ,el mediapunta, durante unos instantes, puede estar
jugando arriba hasta que saliera un nuevo refuerzo.En el caso del
pasado domingo, la situación se resolvió rápido: la zaga volvió a su
composición inicial y sólo se resintió la faceta ofensiva y el balón
parado.Otro caso sería de decisiones incorrectas en los posteriores
relevos lo que pudieran justificar la derrota del domingo pasado.
Apunte Terminó el periplo copero que revoluciona enero y febrero con partido cada semana. Sólo Real Madrid y F.C. Barcelona-como es normal en este fútbol patrio-han alcanzado una final que, con toda probabilidad se realizará el sábado 19 de abril en Valencia. Irónicamente, la final de 2011 se jugó el 20 de abril en Mestalla. Tres años habrá de diferencia entre una final y la otra