La derrota de esta mañana ante el R.
Recreativo de Huelva, un equipo con oficio, sigue acentuando la
tendencia negativa de un equipo que, apenas hace dos meses, parecía
disparado a hacer algo “bonito” tras sumar 15 de los 18 puntos
posibles.Desde entonces, la debacle ha minado además el estado
anímico de los jugadores. Lo de este equipo ya es de “coco”. Al
mínimo golpe, se resquebraja sin dificultad y hunde su destino. El
segundo gol, como se decía en la grada, fue un tanto de equipo que
va camino del patíbulo, sin reacción posible. Se llegó a hablar de
una mini concentración la semana pasada pero, al final , no se llevó
a cabo. Pues bien, sería necesario y urgente realizarla para que
todos empiecen a entender que este camino no puede ir. Es cierto que
nunca se sabe, que esta historia la hemos visto allá entre
septiembre y octubre y después hubo reacción. Todo en el fútbol es
cuestión de trayectorias que deben variar porque, con esta
trayectoria, sólo se percibe oscuridad. Una reacción, una victoria
para que los jugadores vuelvan a creer. A estas alturas, ponerles más
“tensión” sólo hará que el equipo acabe jugando con ocho o
nueve. Es intentar recuperar a los jugadores, a los que están en el
once-empezando por Falcón-,a los del banquillo y a los del
ostracismo. El bajón de uno, arrastra a otros. Que Sugi esté
apagado acaba provocando que Assulin baje el rendimiento ante la
falta de competencia por el puesto. Los minutos que el hebreo estuvo
sobre el césped fueron un quiero y no puedo que desquició a la
grada. Buscar algo positivo hoy es casi imposible cuando uno tiene la
sensación de pensar que el 1-2 fue bastante corto para el
rendimiento de ambos rivales.
La expulsión tuvo su importancia pero
no tanta como se quiere hacer ver. Está claro que se jugó mucho
tiempo con diez jugadores pero el desastre fue más allá de jugar
con diez o con once. Tuvo más que ver con la falta de ideas tras el
1-2. Casi media hora sin lograr embotellar a los onubenses y que,
además, tuvieron sus ocasiones para dejar el marcador más cruel
para un equipo al que es fácil batir(catorce goles en cinco
partidos). Dos goles encajados por fallo de marcaje o, en el caso de
Falcón, porque el “duende” se ha ido. Sin reacción, con vida
sólo por el regalo devuelto que supuso el gol de Eldin, la media
hora final sobró totalmente. El rival, bien posicionado supo atar el
centro del campo y meter pases comprometidos ante una defensa que era
como un flan que, a punto, estuvo en un tris de dar en bandeja el
0-1 en la primera pase en una jugada en la que Peña evitó el gol
sobre la línea de gol. Que este equipo lograra que el aficionado
marchase a su casa con el disgusto de pensar que no tuvo esperanzas
de una remontada a medias(empate a dos), ya no hablemos de ganar.
El descalabro amenaza con alargarse:
ante el R.C. D. Mallorca en las islas Baleares, en casa ante la S.D.
Ponferradina-una vez más con el sueño de la promoción de ascenso-y
luego el R.C. Deportivo de la Coruña. Tres partidos para no tener
mucha fe y, para más inri, con la vuelta de Juan Carlos Mandiá con
su Deportivo Alavés muy cerca.
Apunte. Discreto homenaje a Luis
Aragonés pero, al menos, se puso intención porque debo suponer que
no es fácil reunir varios jugadores de aquella temporada 1959/60(la
mayoría de los que viven deben estar entre los 75-85 años y no
todos vivirán en la ciudad) para un acto tan sencillo pero emotivo.
Quizás quedó un pequeño detalle de nombrar al Recreativo de Huelva
que también lo tuvo en sus filas y hubiera sido un “puntazo”
mencionarlo.