El fútbol tiene esas cosas. Un día
sales a jugar, tienes diez ocasiones de gol, veinte saques de esquina
y pierdes 0-1; otro día estás espantoso y, con nada que hacer,
ganas un partido en el que más de uno, en el minuto 60 ya estaba
firmando el empate a cero ante una Sociedad Deportiva Ponferradina
que, como anticipamos, se complica un poco la existencia con la
derrota en Alicante. No mereció perder, ni siquiera empatar el
conjunto berciano. Tras una primera parte anodina y con muy escasas
ocasiones, el comienzo de la segunda parte fue explosiva para los
castellano-leoneses que tuvieron tres opciones serias de ganar con
los disparos de Yuri(clave, la parada de Falcón) y de Fofó al
poste. La luz se veía constantemente porque los rivales no atinaban
a batir la meta blanquiazul mientras los nervios apuntaban a Hervás,
que no lograba acertar a dar un pase en condiciones. Con el paso de
los minutos y el hecho de sacar a Azkorra los últimos minutos en
detrimento de Portillo hizo que el juego local tuviera algo de
profundidad y, fruto de ello, llegó el gol de Azkorra. Luego, se
logró cerrar el partido hasta el punto de no haber nada más para
comentar tras el gol. Un cuarto de hora que pasó sin muchas opciones
de gol locales pero, lo importante, el peligro tampoco llegó a la
meta de Falcón. Sería cuestión de preguntarse si el conjunto de
Claudio acabó rindiéndose porque no era su día. Por cierto,
Azkorra ya fue el autor del gol del honor en El Toralín y ha vuelto
a repetir en la segunda vuelta.
El triunfo tuvo, pues, varios
protagonistas para bien o para mal. Tuvieron mal día el propio
Hervás-en un tris de dejarnos con diez a mitad de la segunda parte-,
Peña(se vio superado por su par en algunos lances por no hablar de
una amonestación en el minuto 27), Aitor(aunque fue de menos a más).
Por parte de los “buenos”, la recuperación de la forma por parte
de Héctor Yuste y el paradón de Falcón nada más salir de
vestuarios en la segunda parte. Habría que ver si el conjunto de
Quique Hernández hubiera reaccionado con un tanto en contra tan
pronto. Pero si hay algo que cambia radicalmente el encuentro fue la
sustitución de Portillo. Pitos y aplausos(éstos para la propia
decisión del cambio) para el delantero blanquiazul y un jugador,
como Azkorra, que cambió el juego. El equipo pareció ganar en
movilidad arriba(irónicamente, ante un jugador más alto). Su gol,
además, fue de auténtico nueve, aprovechando un toque rebotado de
Yuste, y encarando al portero, batiéndole por bajo y afinando al
palo. Personalmente, no voy a negar que miré directamente al juez de
línea y la tranquilidad llegó cuando le vi correr hacia el centro
del campo haciendo gestos al árbitro para dar su visto bueno a la
jugada donde, para variar, el que levanta el brazo ..es el que rompe
el fuera de juego.Ahora toca Riazor. La vez anterior se venció por
0-1 con gol de Abel Aguilar.¿Se repetirá el resultado?.
Apunte. Por cierto, el colegiado que
realizó una labor discreta en todo el partido fue protagonista por
dos- tres esféricos que toparon en él, rompiendo alguna que otra
jugada. Fuera de esa anécdota, no decidió en el encuentro y sólo
queda felicitar al juez de línea por haber visto la posición legal
de Azkorra cuando lo más fácil era levantar el banderín como un
resorte.