Se podría decir que lo único positivo, por decir algo, es que el Hércules podrá pensar en lo que importa de veras: la permanencia en primera división y la Copa del Rey ya tendrá su espacio si se consolida el conjunto en la élite. Aunque también duele como se ha llegado a esta eliminación porque, si es con ese 2-0 inicial al cuarto de hora, habríamos asumido caer hoy mas se ha tenido cerca de 25 minutos la clasificación en la mano y un remate malacitano lograba acertar la meta defendida por Juan Calatayud y se iba cualquier esperanza de seguir. El equipo mostró una cara mejor que la de Pamplona-lo que no es nada difícil- pero se quedó en nada porque la derrota tiene ese componente de sacar los comentarios de contexto: lo que hubiera sido una gesta tras mantener el empate 20 minutos tras la expulsión de Abel Aguilar ha acabado convirtiéndose en una crítica contra el entrenador por el pasado(la racha aquella de marzo-abril) y el presente(supuesto ostracismo de Tote). Lo que ha de quedar es que este es de los partidos en los que hay que fijarse bien porque es el nivel de los rivales con los que jugaremos la permanencia. Preocupa llevar encajados 9 goles en estos cuatro últimos partid0s, que el equipo sigue mostrando una falta de recursos aunque, en menor medida, tras ver los dos goles marcados de jugada, rompiendo con la norma de que sólo marcaban los dos fichajes de relumbrón.
La eliminatoria, aparte de aquel penalty fallado de hace dos semanas, ha quedado definida al cuarto de hora con el 2-0. Ese gol ha acabado con el ánimo de cualquier aficionado tras ver un error de graves condiciones para un equipo de primera y que ha dejado a la cesión de Peña en Pamplona como algo leve; casi era mejor mandar a córner si se veía agobiado por el rival antes que ceder a Velthuizen de forma tan tímida y telegrafiada que el jugador malacitano sólo tenía que empujar el balón. El Hércules había tenido el empate en un disparo de Cristian que Welligton frustró sacando el esférico cuando era ya el último jugador local. En quince minutos nefastos el Hércules había quedado ridiculizado ante un equipo que parecía un grande. Hasta dos balones a la madera impidieron que el resultado fuera más escandaloso. A los veinte minutos el cancerbero neerlandés tenía que retirarse y salia Calatayud en su sitio. Salvo un disparo con peligro, el equipo herculano se fue estirando sin mucha convicción; un pase de Thomert por la parte izquierda dejó a Portillo un balón perfecto para rematar y colocar el 2-1 esperanzador para entrar en el partido. Fue controlando el encuentro el once de Esteban hasta llegar al descanso con una modesta ocasión de Abel Aguilar que se iba fuera por poco. Tras el descanso, el Hércules buscó tener la ocasión del empate, no con mucha intensidad pero sí queriendo el gol en cuanto surgiera la oportunidad; quizás fue la confianza de que llegaría...y lo hizo: pase de Cristian a Abel Aguilar y el colombiano disparaba con acierto y una puntería considerable. Con 2-2 y el shock malacitano de ver perdida la eliminatoria, el once herculano albergaba esperanzas incluso de una completa remontada pero la expulsión del colombiano trastocó al equipo. Se echó para atrás y contuvo correctamente al Málaga, que se estrellaba en el muro herculano...salvo en una ocasión y definitiva: centro por banda derecha y remate de Sebas que lograba un gol que rompe algún sueño pero que pone la mente en la competición clave para el Hércules como equipo de fútbol y como entidad.
Apunte Se ha vuelto a armar el lío del partido del siglo de cada año por el hecho de jugar en lunes. Son tan mediáticos que los medios querían que no se jugara en esa fecha.El fútbol en lunes es crítico, ya lo fue en las temporadas 1996/97 y 1997/98 y se vio que era un fracaso, ojo con emisión en abierto: no es el problema de las teles sino de perjudicar a los aficionados.
