Un poste ha alterado el verano de 2008. Un penalty, que de haberse materializado tendría al Cádiz CF en Segunda A, ha proporcionado dos meses de locuras jurídicas que desembocarán el viernes próximo, a dos días del comienzo de la competición, cuando el CEDD decida estimar o desestimar el recurso cadista. Todo un caos en comparación con un presente alternativo de tranquilidad. Todo sigue un mismo patrón: ánimos cadistas hasta llegar a la resolución, inicial desánimo tras ésta, volver a ilusionarse con la cercanía de otra nueva resolución, desilusionarse…y volver a empezar de nuevo. A tres días de la decisión del CEDD, el estado de ánimo es mitad eufórico(creen que el presidente tiene algún chivatazo y le ha llevado a fichar a Mariño), mitad desilusionado(gente práctica que cree que no se moverá nada a dos días de comenzar la competición). Por medio ha habido fuertes campañas mediáticas por AS y Marca, con artículos a favor de la postura amarilla que Competición trató de negar-una resolución con mucho sentido- y que Apelación torció sin necesidad alguna; fue tal desastre que, en vez de minar la moral cadista, la amplió hasta grados superlativos. No era extraño el día en que se leyeran comentarios defenestrando una resolución que desbarró de principio a fin. Ahora el CEDD se encuentra con un recurso de 70 páginas más las alegaciones presentadas por Hércules y Córdoba y con la necesidad de decidir a dos días de que el colegiado Ontanaya López pite el inicio del morboso duelo entre alicantinos y cordobeses. En mi interior, pienso que no cambiará nada pero tantas historias mediáticas por esos lares de tanto convencimiento cadista hace que sea precavido.
Pero si el tema cadista no ha sido bastante, los distintos refuerzos herculanos y la costosa renovación de Tote(no me refiero a su importe sino al tiempo hasta que se le convenció), la marcha del propio Mariño han sido algunos de los capítulos de una renovación esperada. La llegada de Mandiá iniciaba una época de calma tras el torbellino Goikoetxea en lo que se refería a comentarios fuera; al primer equipo llegaban fichajes sin caché pero, en muchos casos, con ilusión por destacar pues jugaban en la segunda división(Addison, Carril y Sergio-aunque jugó brevemente en el filial merengue hace dos años). Los temas de Tote y Mariño se iban prolongando hasta el punto que el madrileño seguía creando dudas sobre su futuro. Se iban incorporando jugadores y no haciendo buenos resultados en pretemporada; luego, el penúltimo capítulo fue la marcha de Addison…para volver a buscar un nuevo delantero. Sin lugar a dudas, un verano bastante desquiciante.
Apunte Se suele criticar al Hércules por el asunto de la planificación y los fichajes de última hora pero habría que ir más allá para ver la cantidad de equipos que siguen decidiendo, hasta apurar la última hora, los fichajes que, a la larga, no son tan decisivos.
