Se ha confirmado ya la peor noticia, la de la muerte de Antonio Puerta. Lo que parecía ser un susto sin más-un jugador que se desmayaba- ha acabado siendo la última imagen del jugador sobre el terreno de juego. Cuando el jugador se levantó después del desmayo y se dirigía por su pie hasta los vestuarios, de la intranquilidad de la afición sevillista se pasó a un cierto respiro que duró apenas un cuarto de hora, el que tardaron las emisoras en informar que el jugador había vuelto a desmayarse en los vestuarios e iba a ser trasladado al Hospital Virgen del Rocío. El propio sábado por la noche, en los foros del Sevilla, se mezclaban nervios, miedos y algunos intentos de llevar un pequeño atisbo de esperanza. Era evidente. Muchos nos hubiéramos visto en la misma situación si hubiera sido un jugador de nuestro equipo en un hospital: muchos aficionados iban y venían con la intención de llevar hasta la Red toda la información que podían obtener de diversos corrillos. El domingo, los partes de los médicos eran desgarradores, se hablaba de varias paradas cardiovasculares. Las siguientes horas han acabado por minar el ánimo de todo el entorno, no sólo del sevillismo sino de todo el fútbol nacional e internacional. La muerte de Puerta, por desgracia, se ha realidad.
Se une Puerta a varios jugadores que tuvieron la mala suerte de morir sobre el terreno de juego-en el caso del sevillano, se podría considerar así a pesar de que el fallecimiento ha sido unos pocos días después- dándole a este hecho lo dramático de la muerte de un jugador, en la flor de la vida. Aunque ahora los recuerdos más próximos son los de las muertes de los jugadores como Foe, Feher o Serginho, ojalá se cambie la tónica y que el mejor recuerdo sea rememorar ese gol que marcó al Schalke 04 en el partido de vuelta de semifinales de aquella UEFA que inició la senda gloriosa de ese Sevilla que tantas alegrías ha dado a su aficióny en el que tan bien participó el joven lateral. Poco importa ya si no se descubrió a tiempo lo que ha originado que un joven de 22 años muera de un problema cardiovascular; lo que, por el momento, importa es dedicar, póstumamente, al jugador actos de homenaje y estar al tanto del estado de la familia del joven, tanto padres como la mujer embarazada. Lo mejor que puede ocurrir, por parte del resto, será que cada minuto de silencio que se viva en cada campo sea respetuoso. Supongo que no me habrá salido el mejor homenaje que hubiese deseado a un jugador que se merecía lo mejor pero, con toda corazón, mucho ánimo a la familia del futbolista y a la afición sevillista.
Apunte La LFP ha confirmado oficialmente jornada de luto oficial y un minuto de silencio en cada partido. A dicho comunicado, supongo que se unirá la Federación Española de Fútbol para tomar alguna decisión en relación con la selección española donde el sevillano disputó un encuentro aunque la muerte le ha cortado la gran proyección
