Fue un día como el de ayer, siete de diciembre, pero del año pasado en el que Juan Carlos Mandiá fue presentado como entrenador del Hércules. "Grada Preferente" le daba la bienvenida a la "casa" herculana, ansioso de que el nuevo entrenador hiciera olvidar el mal recuerdo de la larga presencia de J.C. Granero, aquél que sustituyó a Visjnic en un julio de 2003 bastante tormentoso. Seis meses después de su contratación, el ascenso a 2ªA demostró que su contratación fue positiva además de que los cambios de entrenadores también daban sus resultados. Durante todo el año ha mostrado absoluta confianza en un esquema determinado, ha apostado además por un mismo once salvo que las circunstancias impidan su alineación, en definitiva, ha mantenido unos mismos rasgos que han permitido desde que la afición pueda "cantar" la alineación tipo del Hércules hasta lograr que el equipo pueda alcanzar ese funcionamiento mecánico del junio pasado, principal valor de ese equipo que logró el merecido ascenso. Quizás haya generado alguna controversia en los últimos tiempos respecto si su sistema es poco ofensivo, pero la valoración general sobre la labor del gallego es, sin duda, altamente positiva.
Pero sus inicios no fueron los esperados aunque había "algo" que vislumbraba que no iba a ser una temporada como otras: antes del encuentro ante el Alicante CF, el equipo había ganado en uno de los seis partidos disputados pero su juego estaba en clara mejora aunque no se percibía en el marcador(cinco puntos de dieciocho posibles, tres goles en seis partidos). Ese gol de empuje de Merino al Alicante en los instantes finales del partido fue el primer punto de inflexión como lo demuestra que, desde ese duelo local hasta la derrota en Novelda, se había sumado dieciséis de los dieciocho posibles y con el conjunto blanquiazul entre los cuatro primeros. Lo que pudo convertirse en un bache derivó en auténtica lanzadera: esos famosos goles de Jordi Martínez, tanto en casa ante el Levante B(2-2) como en Alcoy(1-2), dieron inicio a otra racha que garantizó, a falta de dos semanas, la promoción de ascenso que, posteriormente, acabó con el resultado que todos sabemos: el ascenso ante el Alcalá. A diferencia de Manolo Jiménez en 1996, Mandiá sigue una temporada más y disfrutando de la categoría que ganó en el terreno de juego. En esta singladura en 2ªA, ha logrado que el equipo esté en los puestos de arriba, lindando esa frontera del sueño que es el ascenso. No es este objetivo pero ha logrado que la gente se ilusione por algo que no era esos puestos de abajo que era, en principio, el objetivo a evitar. Solamente los dos últimos encuentros fuera de Alicante han sido lo que han difuminado un poco ese sueño innecesario. Durante este año el rumbo del Hércules ha cambiado ostensiblemente: se ha pasado de una vulgar mediocridad(11º en la 2002/03, 9º en la 2003/04) a alcanzar el sueño de regresar a 2ªA y, encima, mostrar una línea positiva por encima de las posibilidades naturales.
Apunte El cese de Wanderley Luxemburgo tras el 1-0 al Getafe en Chamartín suele tildarse de "inconcebible" al ser tras una victoria. En el Hércules, el último recuerdo fue el cese de Miquel Corominas tras el 1-0 al Burriana en el Rico Pérez en esa última jornada de la primera vuelta. Ni Ronaldo ni Cuéllar lograron salvar el cuello de sus respectivos entrenadores.