Hace unos días leí en Internet el temor a un año que puede ser catastrófico para este club. Era un temor que no era la primera vez que lo había escuchado o leído y que consistía en un junio terrible en el que el Elche subía a 1ª, el Alicante a 2ª y su filial a 2ªB y que el Hércules seguía otro año más en esta categoría que nos está habituando en los últimos tiempos convirtiéndonos en equipos como el mismo Castellón, Pontevedra o el mismo Córdoba que estuvo década y media sin poder salir de esta maldita 2ªB.
Es cierto que todo puede ser o no ser ya que el Elche puede ser el Getafe del año pasado... pero también puede ser el "Sporting" -media vuelta líderes y,luego, no ascender- con lo que habrá que ver cómo se desarrolla este año; por otra parte, el Alicante está haciendo una temporada bastante buena pero eso no significa nada si luego se cruza con un Rayo Vallecano o, a lo mejor, otro equipo que suba empatando los cuatro partidos y clasificándose por el valor doble de los goles fuera, por ejemplo. Si el Alicante no sube, se "matarían dos pájaros de un tiro" y vendría genial al ánimo decaído del aficionado que ya no podría superar el vergonzoso hecho de jugar con el filial del denostado actualmente Alicante CF. Otra cosa será lamentar el hecho de que , el año pasado, se decidiese tirar por la borda el ascenso del filial en el 2003 dejándoles caer en Regional y no hay visos de querer rectificar.
Sin embargo, el verdadero problema está en el interior del club y que le impide desarrollarse. Esta entidad necesita crecer en otras facetas para que su existencia no dependa tanto de que un balón entre en una portería o se estrelle en el poste e irse fuera. Está en ellos que la gente se olvide de los temores y eso sólo se hace buscando la lógica en cada una de las actuaciones.