miércoles, septiembre 01, 2004

No va con ellos


Cuando leo los comentarios de los jugadores tras el partido jugado ante el SD Huesca me quedo perplejo ante algunas "perlas": "nosotros estamos muy tranquilos porque sabemos que hemos hecho las cosas muy bien contra un equipo muy difícil"(Merino), "El Huesca no vino a jugar al fútbol sino a encerrarse. Sólo nos chutó una vez y el problema es que nos hizo gol. Sin embargo, llevamos el ritmo del partido y debemos estar tranquilos"(Merino), "Esto acaba de comenzar y mal vamos si nos ponemos pesimistas a las primeras de cambio. No es un mal inicio"(Castro y, más o menos, Cámara cuando Alejandro Parodi le comentaba el recuerdo del año pasado con el empate a cero ante el Figueres). El primer pensamiento, al leerlos, es un poco de perplejidad ya que ambos jugadores son de la temporada pasada con lo que ya saben o recuerdan el triste recuerdo del año pasado. Perplejidad que aumenta cuando imitan a Granero a la hora de sobrevalorar a los rivales porque el Huesca no es un equipo muy difícil - si lo fuese, estaríamos hablando de que vamos camino del descenso a Tercera- y chutó más de una vez, es más, tuvo las mismas ocasiones que el Hércules en la primera parte y en la segunda no hicieron lo mismo porque no creían en la victoria que si no habríamos perdido. Los oyes hablar y hacen la piña que ningún herculano desearía: la "piña" de la omisión de "culpa" y de que el punto ante el Huesca es "chachi - piruli", muy lejos de aquellos jugadores de la última época dorada cuando reconocían que se habían equivocado y trataban de mejorarlo. Sin embargo, no entienden que la situación actual no va con ellos. La presión generada, el divorcio existente entre la afición y el entrenador explica muchas cosas ayer: primeros silbidos en los primeros ataques del Huesca, las protestas mínimas en el descanso porque el gol de Merino evitó la gran pitada, atolondramiento en la última media hora en la que el portero del equipo oscense no realizó ninguna parada de mérito. Desde la temporada pasada mucha afición ha deseado la caída del entrenador, otra ha decidido marchar y no ha renovado el carnet de abonos- no hemos llegado aún a 4.000 abonados y poco ha hecho el equipo para enganchar- pero ambos colectivos entienden que el entrenador tiene mucho de responsable del mal juego, de la extrema presión que se ejerce al equipo ¡¡hasta el punto de que algunos aficionados ya desean la derrota en Santa Coloma y ante el Alicante por tal de que se arme la "marimorena" en la puerta cero!! Cuando se llega a ese punto, el único momento de alegría será el dedo pulgar de Ortiz apuntando hacia abajo.