Desde que el Alicante subió a 2ªB, el Hércules ha visto como el otro equipo ciudadano ha ido restándole el trato privilegiado que recibía de los medios de comunicaciones locales a favor de los "celestes" que sólo "disfrutaban", hasta entonces, de los minutos de la basura de los programas deportivos locales. ¿ Quién no se acuerda de esos programas de C37 o de Canal 15 cuando teníamos programas casi exclusivos para el herculanismo? Con el ascenso conseguido, algún presentador de televisión empezó a modificar el criterio para emitir los reportajes de los equipos alicantinos en función de algo tan peregrino como que "tiene preferencia quien juegue en casa"; con el tiempo tuvo que modificar dicho criterio y empezó a mezclar invitados para que la audiencia fuese uniforme. Con el tiempo, el espacio mediático televisivo ha ido nivelándose en un principio para, después, ponerse a un lado del fútbol alicantino: el del equipo celeste. Mucha afición herculana se ha sentido preocupada, hasta enfadada, por esa pérdida de información en beneficio de un equipo, que consideran, no tiene la relevancia en comparación con su equipo, referencia deportiva de la ciudad en muchos años. Sin embargo, mucha culpa de esta pérdida de "cariño" de los medios de comunicación se debe al propio club: gestión deportiva que impide que los periodistas puedan cumplir su deseo de "ser de 1ª" , la actitud de los directivos- como fue el caso de cuando no notificaron a un medio escrito que había una rueda de prensa- el escaso trato a los periodistas locales y visitantes en los partidos jugados como local, etc. Si a ello le unimos un presidente ansioso por la popularidad como es Antonio Solana, hay tenemos los ingredientes para que se note cierto equilibrio por no hablar de apoyo explícito al otro club de la ciudad.
Este tema se resuelve con un hecho preciso, evidente: el ascenso a 2ª, unido a mejoras relacionadas con lo que comentábamos en el apartado de la sociedad alicantina, ayudará a mejorar la situación en lo referente a preferencias de estos medios hacia el Hércules pero, para ello, se tiene que actuar en consonancia. El resto, será cuestión de tiempo alcanzarlo haciendo las cosas bien en el terreno de juego y en los despachos