A lo largo de una temporada puede ocurrir que haya uno o dos partidos tontos, otro de pleno acierto, de pleno desacierto y, ya en casos extremos, uno como el de ayer que tuvo de todo....para olvidar.
No voy a negarles una realidad: estuve a muy poco de no ir al terreno de juego por un constipado de esos que te dejan la nariz como un grifo a estornudo limpio. Quizás por eso, decidí "reservarme" y no salir el sábado fuera de casa para no pasar frío y eso trajo frutos en forma de "no tener necesidad de seguir con el tratamiento". Crecían los números para ir a fútbol pero, caray, a qué precio de ir como una cebolla y tapado como nunca.
El partido, qué vamos a decir, empezó de pena, de grandísima pena para Emaná. La falta del central del Ebro le supuso un daño severo en la rodilla por el efecto del choque: no fue a hacer daño a la rodilla pero fue el resultado del lance. En menos de un minuto se quedó el equipo blanquiazul sin una de sus referencias ofensivas. Chechu Flores tuvo, en el lanzamiento de falta, la opción del 1-0. Sin embargo, el día malo iba a seguir su evolución con un gol a balón parado y despiste general que acaba en 0-1(ah, y el lesionado por parte del C.D. Ebro).Previamente, el colegiado no había pitado penalty en un derribo a Jesús Alfaro. Se fue rondando el empate con algún ataque que otro y ese plus de un gol bien anulado a Samuel pero que deja la sensación que si no hubiera tocado el balón, quizás, se estaría hablando del 1-1. Otro derribo, quizás menos claro, a Jona fue el preludio del 0-2 en el que fallaron demasiados jugadores del equipo que no supieron parar la jugada.
En la segunda parte era precisar marcar el 1-2 cuanto antes y así ocurrió antes del cuarto de hora.Sí había expectativas de remontar que se fueron apaciguando con el paso de los minutos y se redujo, a pasos agigantados tras la salida de Fran Miranda. Al final del encuentro, en apenas dos minutos se vieron los dos últimos goles: el estrambótico 1-3 con dudas sobre si salió el esférico por la línea de fondo en la prolongación al centro del área pequeña y que, sinceramente, es difícil calibrar; el 2-3 llegó de un penalty que transformó Carlos Martínez en el 88'. Un control correcto del balón por el equipo aragonés impidió que los cinco minutos de prolongación(101' con la suma de las dos prolongaciones de cada parte) sirvieran para un empate que, quizás, habría sido justo.
¿Y el colegiado de ayer?. Tuvo, para mí, dos partes: en la primera, percibí cierta maldad en sus decisiones(percepción mía) y que se notaba en determinadas decisiones con la administración de las tarjetas, que premió la dureza de algunas jugadas aragonesas aparte de las dudas con el penalty de Alfaro y la rigurosidad de la expulsión a Pol Bueso por algo que escuchó desde el banquillo por parte del linier. Tras el descanso, tenemos el gol de Fran Miranda en el que, casi, nos mirábamos asombrados porque parecía una jugada en la que el damnificado era el guardameta visitante. Ahí me percaté de qué se había "suavizado" su actitud con el equipo local hasta el punto de dar por bueno un gol que el mismo árbitro hubiera anulado en la primera parte o con 0-0 en el marcador. El 1-3( que me parece dudoso y, por tanto, no lo dejo como jugada decisiva) debió dejarle con dudas porque la jugada siguiente fue un penalty sobre Nani que, quizás, pudo ser dentro...como fuera del área pero su conciencia-como aquellos colegiados de los años 80- le llevó a pitar penalty "por si me he equivocado antes con el 1-3 y debí anunlarlo"). De ahí, mi valoración sobre la "maldad" de la primera parte...y "desacierto" en la segunda parte. Sinceramente, han pasado árbitros que han mostrado una actitud más descarada de enojo en comparación con el de ayer. De hecho, la derrota no se puede aplicar a él.
Apunte. A la expectativa de las pruebas con Emaná, resulta paradójico que nos afecte la misma semana que se cede a Tarí, un delantero que debería tener minutos con el primer equipo y jugar con el de Preferente.Ya únicamente falta que la lesión de Emaná sea algo menor, pero le dejé sin jugar cuatro meses y, por tanto, no poder utilizar su ficha por lesión de larga duración.