No voy a negar la evidencia que lo acontecido ayer en el
estadio José Rico Pérez “rayó” a mucha gente cuando se sentaba en su ubicación
en el estadio. No era normal estar viendo un operativo pintando unas líneas
paralelas a otras anteriores. Empezaba a oler a cosa extraña y la megafonía
confirmó que era una decisión arbitral sobre las medidas de ambas áreas grandes
y pequeñas. Tal enojo se confirmó cuando
salió a calentar el trío arbitral recibiendo pitidos y, posiblemente,
improperios rayando a otros niveles “superiores”. El tema me deja dudas porque,
hasta ayer, nadie había mirado esas cosas presuponiendo que las medidas estaban
bien. De hecho, se disputó hasta un
partido internacional el pasado día 22
de enero ante Estados Unidos. De repente, un árbitro precisa que las
áreas no estaban correctas y, supongo, que la medición le dio la razón. Eso
llevó a modificar las líneas sobre la marcha y obligando a un retraso de media
hora. Por tanto, deja dudas que sería conveniente que el club explicara sin el
peso de la culpa.
Sobre el partido, fue una lucha en pos de la victoria pero
que se encontró sobre una fina raya que podía llevarlo a una caída como un
funambulista. De hecho, el gol de Chechu llegó a través de una contra que
empieza en un saque de esquina catalán errado. No digo que pudiera ser el 0-1
pero el balón parado visitante fue un continuo dolor de cabeza. Sin embargo, el
azar le permitió ensamblar un ataque preciso y un mano a mano que acabó en el
definitivo 1-0. Merecido o no, sería difícil precisar;el equipo tuvo momentos
en que estaba con mentalidad ofensiva pero, a veces, el miedo a no ganar perjudícaba
a los jugadores blanquiazules en sus jugadas. Una imprecisión final que
potenció la sensación de peligro
visitante.
La raya que tanto insistió el colegiado a principio de “prepartido”
, esa meticulosidad en el reglamento, cayó en saco roto con algunas
amonestaciones que rozaron la expulsión y se quedaron en simple amarilla y el
gol anulado a Pol Roigé que debió ser el 2-0. El afán protagonista empezó desde
el principio, continuó los noventa y pico minutos de juego y terminó con el
acta. Afortunadamente, el gol y la victoria cayó de lado local
Apunte. Se veía
venir lo que pasó en el SPAL –Fiorentina. Un escándalo gracias a no saber que
hay cosas que hay que parar en su momento. Penalty que el árbitro no ve, marca
el equipo a local a continuación…que debe ser anulado porque el del VAR le dice
que ese penalty sí era. Esas cosas son las que hacen daño al VAR y que se
tienen que arreglar dentro de este “tipo Beta” que es el videoarbitraje.