lunes, febrero 20, 2017

Bajo presión

Diez derrotas, las mismas que llevaba aquel Hércules CF dirigido por Miquel Corominas y Joaquín Carbonell. Sí, hay más victorias en esta temporada donde la moneda cae de cara o de cruz, muy pocas veces de canto(tres empates) pero el volumen de derrotas(en lo cuantitativo) y ante qué rivales(en lo cualitativo, deja muchas dudas. Quizás, lo peor sea esa sensación que queda cada vez que se juega ante un equipo de arriba, ver a los jugadores superados y que se genere un runrún cuando hay un balón parado en contra.

Después, llegó la rueda de prensa  post-partido donde Luis García Tevenet soltaba alguna de esas perlas de un entrenador que, condenado por los resultados, intenta zafarse de los palos que recibe de un tiempo a esta parte. Aparte de no aceptar las críticas de aquel infame victoria ante un colista defenestrado, apeló a una presión del público que, aparte del tema de Lolo, apenas fue incisivo. Muchos entrenadores recibieron críticas mayores y acabaron aceptando su destino cuando el público clamaba en contra. Felipe Mesones,Sergio Egea(que debió salir a la carrera en su octavo partido con el Hércules CF) José Carlos Granero, José Bordalás, Esteban Vigo y, en la apoteosis de la crítica, el mismísimo Juan Carlos Mandiá con resultado a favor. Pero en los últimos tiempos, la afición(o,al menos, las escasas y valientes "cabezas negras" del amigo Manuel Piera) se ha mostrado apagada. Ningún técnico habría llegado vivo con cinco derrotas en casa pero Luis García Tevenet. Ayer nadie daba dos euros(por dos duros) por el técnico andaluz.

Apeló a que no era bueno apretar la soga al preso( por las críticas) aunque personalmente considero que quiso personalizar en los jugadores la presión que él siente. Sentir que, ni siquiera, la victoria triste en Elda, le ha servido para salvar las quejas crecientes de una buena parte del público que ya empezaba a mirar al banquillo. Para más inri, viendo como sus excesos verbales de hace una semana se le volvían en contra("jugadores presionados para salvarle el cuello" , los "paraguas"). El ambiente está enrarecido, aunque está a años luz de otras épocas en las que el entrenador saltaba a las primeras de cambio y por muchos menos motivos que en la actualidad.

Apunte Mientras, en León, el equipo local era capaz de remontar un 1-3 con otro espíritu, muy lejano del que se ve por estos lares. Cinco goles, cuatro en la segunda parte, que fueron suficientes para seguir siendo líderes y con un plus de confianza. Aunque el rival estaba en la parte baja. Diecisiete puntos más, veintigoles más a favor...