lunes, diciembre 21, 2015

Matemáticas que no se ven

En plena vorágine de datos electorales, trifulcas en redes sociales sobre quién ha ganado y quién no, vuelvo para seguir comentando en línea deportiva el tema de las matemáticas ahora que está la gente animada por aquello del “único equipo imbatido a domicilio en la temporada 2015/16”. Lo curioso es que esos nueve partidos se reparten en dos victorias(Sabadell, Espanyol B) y siete empates(Alcoyano, Lleida, Barcelona B, Valencia B, Eldense, Cornellà,Olot). Es decir, estamos hablando de trece puntos de veintisiete posibles. Para más inri, un balance de cinco victorias y cuatro derrotas ya sumaría dos puntos más. De esos siete empates, cuatro han sido a cero-en muchos casos, dejando entrever un conformismo aterrador- y en otros tres partidos, a uno). Seis goles a favor y cuatro en contra. Salvo el partido de Sabadell, los partidos parecen números binarios.Ese portento, lo iguala a 13 puntos con el Villarreal(3-4-2) y un punto por debajo del Reus(3-5-1).Más hiriente sería compararlo con el año pasado: 6 victorias, un empate, dos derrotas, diecinueve puntos.Doce goles a favor, cuatro en contra.



De todos los partidos, como he comentado, lo peor es la sensación de falta de ambición para ir a por la victoria. Porque el tema del “punch” ya faltaba el año pasado y aún así se marcó el doble de goles que ahora. El fútbol no es sólo contar con once jugadores, es que también se muevan con ganar de ir a por el esférico cuando no lo tienen y, tener visión para realizar las jugadas oportunas. A veces, como, en todas las cosas, es el momento, el detalle y ahí es donde falla un equipo que, además deja sensación de darse por contento con el punto sumado. Esa es la verdadera condena, esa es la verdadera razón de los nueve puntos de diferencia con el de arriba(y eso que, a domicilio, la diferencia es escasa en los cuatro de arriba, marcándose más la diferencia en casa. Lo escribí en la jornada segunda de esta temporada: para ser primero , hay que ganar partidos; para ganar partidos, hay que marcar goles y, sobre todo, para marcarlos hace falta más ocasiones de gol, aprovechar los balones parados(bastante pocos goles). Por mucho que se quiera indicar, esté o no Portillo ese es el problema que tienen los de Manolo Herrero.





Apunte. Una de las gracias del fútbol es ver como una entrada puede ser roja o “amarilla porque, si no, se cargan el partido” en función de los colores de un equipo. Que un culé no viera la expulsión a Kroos clara cuando, por menos, la han pedido cuando el agredido es Messi tiene una demostración de pérdida de ecuanimidad. Los dos expulsados del Rayo Vallecano lo fueron de forma merecida.