Empecemos con un punto de partida
importante. Sería necesario un cambio en la gestión del club pero
el asunto de este articulo es el relativo a los que vienen,
supuestamente, a arreglarlo y realizarlo mejor. Pocos inversores han sido los que han logrado mostrar una cara bien positiva en un club que perdió su alma con la transformación en S.A.D. allá por comienzos de la década de los noventa y que, en el caso del conjunto alicantino, tras su paso por 2ªB, se llevó a cabo en 1995. En una balanza, uno de los platillos bien se habría desnivelado por el lado de los desastres.
Las Sociedades Anónimas Deportivas surgieron en una época mala para los clubes como tales y que ya reflejaba los sempiternos problemas económicos que, con esta figura, han acabado acentuándose. Sólo la crisis económica mundial y, en nuestro caso, los efectos en la española ha reducido uno de los puntos negativos que, en su día, se valoraron para adoptar esta figura:la actuación de la Administraciones Públicas al rescate del fútbol. En esa época, era habitual mencionar el tema delas deudas que generó el Mundial de 1982, los Planes de Saneamiento y, sobre todo, acciones de diferentes administraciones locales para salvar la subsistencia del club de la ciudad. Con las SAD se pretendía que la gestión la llevara a cabo el máximo accionista, se hablaba incluso de castigar malas gestiones pero, al final, fueron varias las administraciones que tuvieron que acudir a los procesos de transformación ante el riesgo de un descenso de categoría. En aquella época, la solución económica se llevaba con poca fuerza salvo el descenso por impagos a los futbolistas de la plantilla, bien lejos de lo arduo que está siendo el sistema actual de ratios, control de las finanzas establecido por la LFP a la sombra del Fair Play financiero de la UEFA.
Contados con los dedos de la mano los inversores que, a su vez, mostraron una cara positiva de gestión. A bote pronto, el Villarreal CF de Fernando Roig es de los pocos a realzar: ciudad deportiva, equipo de segunda a Champions, filial a caballo entre 2ª y 2ªB. Sin embargo, la lista negra es considerable, incluso con ascensos logrados sobre el terreno de juego. Allá por 1992, cuando se llevó a cabo el procedimiento de transformación en buena parte de los equipos de fútbol de 1ª y 2ª ya tuvimos episodios histriónicos de mecenas del fútbol tales como José María Ruiz Mateos, Jesús Gil y Gil y Manuel Ruiz de Lopera. Con todo, en los tres casos la gestión no se puede valorar como positiva: rayistas y béticos acudieron a sendos procedimientos concursales mientras que los atléticos tuvieron que "sufrir" una administración judicial en 1999-2000.
Pero el primer punto negativo de los que venían con cargamentos de humo corresponde a Slobodan Petrovic en el Atlético Marbella(1994-1995). Trajo nombres y más nombres al conjunto marbellí. El patrón era el siguiente: fichajes de relumbrón, sucesión de entrenadores a poco que el resultado futbolístico no llegaba, dejar de aportar dinero y ruina. En otros lugares el espectáculo no fue tan dantesco pero sí seguía el patrón mencionado. Otros ejemplos ya más cercanos en el tiempo son Dimitri Piterman(aún se acuerdan por Vitoria y Santander), Aly Syed(otra vez, Santander se acuerda de él), Tinelli(CD Badajoz) o Grinbank, el argentino que se hizo cargo del CD Leganés allá por 2003 y se marchó hundiendo al conjunto madrileño en pocos meses.
Con las SAD se había perdido la fuerza social y ganó un perfil peligroso: el de la persona que, sin vinculación sentimental con el club, se hacía cargo de la mayoría de acciones, haciendo y deshaciendo a voluntad y sentido más de veleta que idea fija. Un perfil que, irónicamente, tendría un tiempo contado si fuera por los votos de los socios, donde se debería realizar una buena gestión para seguir dirigiendo el club.
¿Inversor-mecenas?¿inversor-gestor?. Obviamente, lo mejor es lo segundo, es lo que se necesita por estos lares para llevar a cabo una serie de premisas que, para el Hércules, son necesarias(cantera,autofinanciación dentro de las posibilidades-gastar menos de lo que se ingresa-,profesionalización del club). Hay un problema que es el que hace que muchos estemos con la mosca detrás de la oreja: desde un principio el inversor-gestor debe saber que tiene que "amoquinar" buenas cantidades de dinero para llevar a cabo el convenio concursal, que le espera unos pocos años de ir dejándose dinero por las esquinas hasta poder conseguir que las cuentas mejoren sustancialmente y eso ya hace chirriar el sentido común. Todo pasaría por lograr que el equipo consiga un ascenso de categoría que aliviaría ligeramente su situación económica e, incluso, en primera división tendría que convencer al público de la necesidad de una gestión austera para aprovechar, al máximo, el maná que llegaría de televisión(como principal bastión de los ingresos generales). Tras dos "inversores-mecenas"(Antena 3+Bahía y la gestión de estos últimos dieciséis años) con escaso éxito deportivo(dos años en primera de veinte posibles, ocho años en 2ªB) y, de lo económico, ni hablamos, llamativo cuando hablamos de "mecenas", nos queda ver cuál será el siguiente "inversor". De los dos que suenan a estas alturas, el inglés puede tener un handicap a la vista de quien elige, si es cierto que tuvo contactos con algunos de los miembros de la actual directiva; el grupo de alemanes dejan la duda sobre sus pretensiones.
El principal problema que podría acontecer con el cambio de mando en el Hércules es que se pierdan algunos propósitos que parecían encauzarse en los últimos tiempos. Aunque, para algunos suene a chacota, estar cumpliendo pagos ya es bastante en este club que, durante un tiempo, estuvo muy dejado. Que,en cierto sentido, prevalezca algo de sentido común ya es un milagro por mucho que algún que otro periodista diga que es lo normal pagar a la gente.Sí, el mismo que, en su día, ya comentaba los despropósitos que ocurrirían cuando García Cortés dejase el puesto de administrador concursal.Esperemos que el nuevo inversor sea más "gestor" que "mecenas" y, sobre todo,tenga muy en cuenta los "cinturones" creados desde la LFP para una gestión sensata.
Apunte. Me preocupa la sensación que
surge alrededor del club y que espera mucho de Chechu Flores. En sí,
no es desconfiar del jugador que ha demostrado que tiene un crédito
considerable por su final pletórico en el último tramo de competición. Más bien, el tema sería rebajar las expectativas de los demás y que, por norma, tiende a desinflarse como un soufflé a poco que los resultados no lleguen.