Cuando alguien vaya a escribir un libro
sobre liderazgo habrá que hacer mención de este tipo de deportistas
de equipo que son capaces de sacar de un buen entuerto, cuando sus
compañeros no tienen el día acertado y la derrota está más
cercana. La exhibición de Pau Gasol durante la semifinales contra
Francia-especialmente, último cuarto y prórroga- han logrado fijar
una imagen emblemática que tardará muchos años en borrarse, ese gesto de rabia al anotar un mate decisivo. Sus
cuarenta puntos fueron claves pero, sobre todo, cómo logró desestabilizar a los
jugadores franceses en el juego físico y, fundamentalmente, anímico.Ese fue su mayor hito
Perteneciente a esa generación dorada
que ganó el Mundial Junior en Lisboa, en 1999(Carlos Cabezas, Berni
Hernández,Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes-que, por entonces, tenía
a su hermano Alfonso en la selección senior-, Raúl López entre los
más conocidos) su paso por la selección ha dejado gratos recuerdos.
Su peso en la selección ha seguido la línea que ha tenido en la
NBA, de menos a más hasta estabilizarse en la gran competición
norteamericana. Un referente que ha superado las expectativas que
muchos teníamos. Y es que, sinceramente, no creía que iba a durar
más de quince años en la NBA de forma consecutiva.
Desde su irrupción hemos tenido
instantes esperanzadores(aquellos Juegos Olímpicos de 2004 en los
que la mala suerte les hace cruzarse con Estados Unidos en cuartos),
donde la buena suerte no ha acompañado-aquel tiro en el Europeo de
2007 en el último segundo- pero donde Gasol logró sacarse la espina
con tres títulos “consecutivos”(2009,2011 y 2015, ya que no
estuvo en 2013), el sabor agridulce de una Copa del Mundo en España
que no acabó bien y que acabó con el trabajo de Orenga como
seleccionador. Entre 2006 y 2009, presencia internacional de la
selección española y final disputada(ganadas 2006 y 2009, perdidas
con honor y con un pequeño plus de mala suerte en 2007 y ante la
todopoderosa selección USA). El Europeo de 2011 y otra final ante
Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Londres hicieron olvidar
el discreto papel del Mundial de 2010 donde Pau no estuvo. El nuevo
triunfo, el de ayer en Lille, y, sobre todo, la victoria ante
Francia-que nos eliminó en cuartos en nuestro propio Mundial- ha
dado un nuevo motivo de sonrisa para los aficionados. Sin embargo,
quiero destacar una faceta que es la del equipo alrededor de Pau
Gasol. Porque, si alguna vez no ha podido estar en un momento
determinado, el equipo se ha crecido por él. Para ello, basta
recordar que la gran final, la que nos dio el título mundial en
Saitama, no contó con la presencia del pívor de Sant Boi, lesionado
en la parte final de la semifinal ante Argentina. En ese partido,
todo el equipo, que celebró el pase a la final con la alegría de un
hecho histórico y cierta pena por la lesión, se conjuró para
ganar por Pau y sin problema alguno a una Grecia que había ganado a
la selección norteamericana y casi era favorita por la hazaña.
Sólo ha estado ausente de la selección
en los Europeos de 2005 y 2013 y Mundial de 2010, lo cual tiene su
mérito cuando las franquicias de la NBA no son tan proclives a ceder
sus jugadores a las selecciones nacionales bajo la habitual necesidad
de descansar de una temporada y recargar pilas. Posiblemente, su
intención será despedirse de la selección en los Juegos Olímpicos
de Río de Janeiro en 2016 pero queda ese asunto de la época
post-Pau. Durante los próximos años veremos las presencias de su
hermano Marc pero esa situación, tarde o temprano, se acabará dando
porque, para más inri, la generación que dio la mayor gloria con
aquel mundial en Japón, en 2006 irá cerrando un ciclo inolvidable.
Hay mimbres para mantener buenos números pero quedará ver dónde
queda el liderazgo que, en próximas competiciones, será importante
a ver de la labor de grupo.
Apunte
A la misma hora, otro deportista de grupo se veía reducido a una
actividad escasa. Como escribía, no asume su declive deportivo pero
es que tampoco hace nada por dar un golpe de pecho y actuar como
líder. Todo un ser que es lo opuesto a un un héroe de la cancha.