viernes, mayo 01, 2015

Hace ocho años

El tiempo, como se dice, quita y da razones. Lo que hace ocho años era alegría y jolgorio se ha convertido en una especie de permanente sufrimiento. El tema es fácil: por abril-mayo de 2007 se concretaba la compra del estadio José Rico Pérez por parte de Aligestión Integral S.L., la empresa que, en su día, era máximo accionista del Hércules Club de Fútbol. Sería hasta ofensivo utilizar el término “recompra” porque nunca fue así por mucho que, desde el consejo de administración se quisiera mostrar que el estadio volvía al club tras trece años en manos del Ayuntamiento. Tras más de un lustro sin importar el asunto, a pesar de la carencia de patrimonio, el asunto llegó a más con la solicitud del Alicante C.F. para jugar como local en el propio estadio. El lema “Rico Pérez Herculano” se hizo atronador entre 2001 y 2007. A pesar de todo, quizás por decisión política, se le permitió jugar unos años más al Alicante CF en el feudo de la calle Foguerer Romeu Zarandieta. Porque hay limitaciones lógicas, porque sería para ver ahora en Internet, en los respetivos foros,  las disputas que tuvieron herculanos y alicantinistas sobre la ética y la legalidad.


Además, ese año fue de más o menos trámite porque el equipo se consolidaba en 2ª en su segundo año, pero iba perfilándose el equipo del ascenso con los Tote, Farinós, Sendoa. Quién más y quién menos quiso creerse eso de la recompra. Además, tuvo su ración de cortina de humo en forma de tres proyectos irrealizables(N6, Lamela, Fenwick) pero que sirvieron para que los herculanos diéramos nuestra opinión “formada” en arquitectura(dicho desde la ironia). Luego el paso del tiempo y el ascenso a 1ª sirvieron para hacer una bonita reforma(aseos, presencia de las gradas y césped-quizás lo mejor de todo-, palco, parking VIP) pero que aún deja graves dudas no resueltas: ¿se hizo todo lo posible para mejorar la situación estructural del estadio?. La caída de uno de los focos fue suficiente para crear una duda existencial en torno al estadio y su seguridad. Hoy en día se siguen percibiendo goteras en algunas zonas del estadio, unos charcos extraños…en zonas cubiertas.

Ahora se ha convertido en una de las dos cuestiones en el grave tema del club. El estadio está dentro del procedimiento concursal de su propietaria; objeto, por parte de la oposición, para ver si se puede resolver la compra por algún incumplimiento relativo a un compromiso de realizar la obra dentro de los cuatro meses…y que acabó haciéndose en 2010. No contento con eso, también está el tema del control del club y que, también, fue objeto de cuestión electoral sobre la decisión o no del IVF de pignorar las acciones. El IVF no ha sido proclive a hacerlo, reacio a coger las riendas de un club con una alta carga de deuda pendiente, que lo convierte en una entidad necesitada de fondos de forma constante para cubrir la deuda exigida por convenio de acreedores, gastos de cada ejercicio y coste de la plantilla y que siempre ha tenido dificultades para coger buenos ingresos atípicos que compensen el habitual desequilibrio por el que se ha movido este equipo.


Tengo muy clara la elección. A día de hoy sólo me interesa recuperar el estadio. Obviamente, no lo haría el club pero sí se convertiría en patrimonio de la ciudad(si se recupera por el citado incumplimiento), de la región(por si lo coge la Generalitat) y, tras eso, tengo muy claro que si, algún año, un Alicante Recreativo o Independiente acaba solicitando su uso…recordaré este desaguisado creado artificialmente para tatuármelo…y no alegrarme de “recompras”.



Apunte. Llegamos a la parte final de la competición con los tres últimos encuentros. Como en 2005, lo que quedan son tres filiales. El primero y el segundo son los mismos pero en sentido inverso en lo referente a los terrenos de juego. En 2005, la clasificación llegó ante el Espanyol B en casa, se viajó a La Romareda como trámite y contra el FC Barcelona B en el último encuentro en casa.Ahora, se va a la ciudad deportiva perica, se recibe a los maños y se viaja a Mallorca.