jueves, febrero 26, 2015

El palo, la zanahoria y la carta

La reciente intervención de Juan Carlos Ramírez en la sala de prensa del estadio dejó algunas “perlas”. Dejando aparte otras, me quedo con su “particular” modo de motivación-“ Y el jugador que anímicamente no esté en condiciones que le diga al entrenador que está cagado y no puede jugar”-y que me lleva a escribir esto.

Aunque se pueda partir del hecho de que los futbolistas tienen que llevar adelante su labor por la que fueron contratados, el objetivo de un entrenador siempre será encontrar el punto de motivación para que todos los futbolistas puedan dar lo máximo de ellos. El palo y la zanahoria son dos modos extremos de tratar al personal aunque siempre habrá una extensa gama de colores. El palo consiste, como su nombre indica, una actitud como la que comentaba en el primer párrafo: exigir, exigir y exigir. No comprender que cada futbolista, como cada persona, funciona de una manera diferente al del que está al lado. Creer que lo mejor es tener al jugador atenazado, creer que picar en plan negativo va a sacar la calidad o la garra de los jugadores está equivocado. Hay jugadores que, ante esa tesitura, no logran su mejor versión que, en otras localidades y otros años…posteriores,sí logra. En Alicante estamos acostumbrados a preguntarnos porque, salvo algunos jugadores, otros han pasado apagados por el Hércules C.F. y luego triunfan en otro sitio. La zanahoria sería la opción contraria. Ser psicólogo y saber por dónde respiran sus futbolistas. Pensar que hay jugadores que tienen una personalidad más capacitada para responder a las exigencias que otros; pensar que hay jugadores que tienen una personalidad diferente(aborrezco la palabra “quebradizo”) y que responden mejor a otro tipo de motivaciones. No estoy escribiendo que haya que “mimar” al jugador o reclamarle más apoyos desde la grada. Me refiero a incidir en su juego, buscarle el modo de salir de una situación habitual de “no lograr desbordar” y cambiarlo por confianza. Estar encima para lograr que el jugador acabe desarrollando el estilo que tenía en otros clubes donde sí había rendido. Hay futbolistas en la plantilla que realizaron su mejor juego en clubes sin exigencias deportivas pero que, en equipos más complicados, no lograron dar más de sí. Hay deportistas que “crecen” en los retos…y otros que se animan si no se sienten agobiados(eso se puede observar cuando disputan partidos ante rivales de superior nivel, ya que dan lo mejor de sí cuando saben que tienen mucho que ganar y poco que perder). Es ese tipo de deportista, más crítico consigo mismo, al que se puede y debe  recuperar y eso sólo se hace desde la “zanahoria”.  

Un ejemplo, hace tiempo, de “zanahoria” fue la carta que el entrenador del UD Horadada Antonio Pedreño, en la temporada 1992/93, dio a sus jugadores antes del partido ante el Elche Club de Fútbol…y que acabó con victoria de los de Pilar de la Horadada. Motivación, creer y trato diferente según el tipo de futbolista porque, al fin y al cabo, lo importante es que todos ayuden a sacar adelante el equipo.

Apunte Todo nuestro apoyo a la afición del Albacete Balompié ante el comienzo del procedimiento de liquidación de su equipo. Hace unos años ya fue el U.D. Salamanca el que sufrió ese camino.