Tal
día como hoy, 6 de febrero, jugaba el Hércules C.F. un partido
importante hace una década justa. El equipo estaba en mitad de la
tabla con 29 puntos y veinte goles marcados en la jornada 21. El
relevo en el banquillo, en la persona del lucense Juan Carlos Mandiá
parecía no surtir efecto tras ganar uno de los últimos seis
partidos. La promoción estaba a tres puntos y bien pudo quedarse a
seis de no haber ganado ese encuentro en cuestión ante el líder de
la clasificación. Para más inri, ese equipo era el Alicante C.F.,
que iba destacado con 43 puntos. Las perspectivas no podían ser
peores pero el equipo sacó fuerzas de la nada y venció por
1-2. Fue el punto clave
de inflexión de esa temporada. Pudo haber un par más de resultados
que pudieron ayudar(los dos goles postreros de Jordi Martínez al
Levante B y al CD Alcoyano) pero la fuerza de aquella victoria ante
los alicantinistas se extendió durante el resto de la temporada,
como si la confianza le diera unas fuerzas extra. Desde esa victoria,
el equipo blanquiazul fue cogiendo la directa y, desde la jornada
26ª-el triunfo en Sabadell-, el conjunto herculano se mantuvo en
puestos de promoción hasta llegar al segundo puesto. De aquel
triunfo se deriva el artículo que escribí cuarenta y ocho horas
después.
Una
década después, nos vemos los herculanos en 2ªB, ante el líder(en
esta ocasión el “Nàstic” de Tarragona) en la encrucijada de un
partido clave para volver a creer y...crecer. Una década en forma de
un año fugaz en primera división, ocho en segunda(2005-2010 y
2011-2014) y uno en 2ªB(lo que quedaba, entonces de 2ªB(dieciséis
jornadas más cuatro de promoción y las veintitrés de esta
2014/15).Una década que partió con ilusión por el ascenso a 2ª,
que tuvo sus momentos de zozobra(2005/06), de consolidación sin
aspiraciones(2006-2008), de ilusiones de ascenso(2008-2010), de
vencer en el Camp Nou(0-2) y a todo un Atlético de Madrid(4-1), de
tristeza por el descenso(2010-11), esperanzas renovadas(2011/12) y
crisis que tuvo un toque de milagro para, después,
descender(2012-2014). Desde 2011, el club perdió la cabeza. Primero,
la de Perfecto Palacio en septiembre de 2011; segundo, la de Sergio
Fernández pocos meses después. Se desquicició en 2012 con la
presidencia virtual de García Pitarch(de cuyo nombramiento y cese
oficial hizo constancia el Boletín Oficial del Registro Mercantil el
23 de abril del año pasado)y sus maneras. El malestar institucional
se llevó por delante, también, la dirección técnica del club y,
de ahí, la “ayuda” de Quique Pina(del que se puede decir muchas
cosas, pero varios de sus jugadores -Yuste, Ferreiro, Sissoko-fueron
de lo poquito bueno que se salvó) para llenar una plantilla que la
comisión de seguimiento de la LFP y ese fair-play general exigían a
un menor coste. El descenso fue una macedonia de entrenador
desilusionado, jugadores sin capacidad de reacción y decisiones
tardías. Un vestuario alterado acabó facilitando un descenso que
nos ha llevado a esta situación.
Apunte.
De aquel Alicante CF-Hércules CF, el portero local fue Chema
Jiménez, actual guardamente herculano. Tres jugadores más (Sendoa,
Albacar y Mantecón) y el entrenador Pepe Bordalás entrenó
cambiaron los colores. Algunos se han retirado, otros siguen en las
diferentes categorías del fútbol profesional, en España o en el
extranjero.