domingo, abril 20, 2014

La línea roja


No voy a negar la evidencia. No fue un día feliz ayer. Un equipo que fue romo, muy romo en ataque y que, en las pocas ocasiones de peligros, convirtió a Juan Carlos, el guardameta cordobesista y ex herculano, en casi internacional. Como decía un aficionado “vecino” de grada,cómo sería el disparo de Portillo que el portero pudo hasta blocar el balón sin complicarse la vida. Todo en el último segundo. Quizás, de haber marcado el 1-1 en la jugada final, hubiera dado un punto justo para los esfuerzos de ambos equipos pero, tras la experiencia de los cuatro empates consecutivos, hubiera sido muy peligroso. Llega un momento en que la derrota puede, o debe, hacer más bien que un punto de más porque obliga a reaccionar de una vez. Decir “basta ya”, “No podemos seguir así ni un segundo más”, mientras que un empate ocultaría una verdad que, luego, acabaría dañando porque no se pondría las verdades sobre la mesa, porque hay que mostrar el “elefante en la habitación”. Lo que se debió decir hace dos semanas y que sólo unos pocos incidimos

No fue un día feliz porque, en cierto sentido, me hubiera gustado que también mi otro equipo hubiese mostrado una cara más ambiciosa y menos “pillina”(lo de los tres-cuatro calambres fue demasiado) pero hicieron su partido y les deseo toda la suerte del mundo a partir de ahora. Terminando con ese matiz, comienzoel comentario de un partido que se terminó con el gol tempranero de Xisco ante una defensa paralizada que, previamente, dejó que Gunino entrara en el área grande y fusilara a Falcón; el rechace de la parada del cancerbero llegó al nueve cordobesista para empujar el esférico a la red. Unos segundos antes, Sardinero se había retirado con una lesión muscular. La primera parte fue anodina por parte de ambos contendientes. En la segunda parte, hubo algo más de intensidad pero el acierto, en los escasos acercamientos con finalización de la jugada, fue escaso. Ferreiro no encontró puerta, como Lauren(bonita chilena pero sin suerte), Echaide y, finalmente, Portillo y su mini remate.Pero, en buena parte, llegó por la confianza de la zaga visitante y que pudo ser contraproducente. El Córdoba tuvo en las botas del ex alicantinista Pedro el 0-2 pero Falcón y la falta pericia rival impidieron la sentencia.

Sobre el tema del arbitraje, el asunto de Uli Dávila que bien pudo ser expulsión, si bien creó que la primera amonestación era evitable cuando el jugador vio que Ferreiro iba a sacar el balón donde estaba él, sin tiempo a echarse hacia atrás. En la siguiente jugada, en la que se protesta para que el jugador reciba la segunda amonestación, nada que decir. Sencillamente es pero el árbitro, quizás con cargo de conciencia, no mostró la tarjeta cuando era más que la primera. Pero no es bueno alegarlo como excusa.

Apunte. El descenso del Real Betis queda a una semana de ser efectivo. Diez puntos de diferencia, un final de temporada que ha sido dantesco(una victoria en los seis últimos encuentros, se ha quedado varado en los 22 puntos). Supongo que no estarán esperando y ya prepararán el regreso a 1ª división. Veremos si se puede dar el caso del reencuentro entre herculanos y béticos desde el ascenso blanquiazul en 2010,ya que prometería morbo.