Si hay un jugador por el que siento pena que fracase en Alicante, ese es Javi Hervás.
Cordobés como él, siempre me ha ilusionado que gente de mi tierra
triunfe luciendo los colores blanquiazules como, otrora, los
blanquiverdes. Su evolución ha ido de más (si es que se puede considerar
como máximo el centro a Pamarot el día del gol al Real Madrid Castilla)
a menos. Totalmente irregular, su trayectoria me llama la atención
porque hay dudas en su forma de actuar, al menos, a mi parecer. Capaz
de dar lo mejor pero también pasar desapercibido, en Alicante no ha
logrado dar imagen de lo primero, a diferencia de Córdoba, con el
entrenador Paco Jémez. Su fichaje por el Sevilla fue el mayor error que
cometió y lo está pagando con creces. El pasado domingo, quien escribe
ésto, barruntaba que Unai Emery podría tener buenas razones para haberlo
dejado en el ostracismo durante buena parte de la temporada pasada (9
partidos de liga, tres de Copa del Rey, o sea, 298 minutos) y
pretemporada de ésta.
Quise hacer una consulta a aficionados blanquiaverdes y, a pesar de
no tener mucha suerte, bien es cierto que la respuesta que se me dio
coincide con lo que pasa: un jugador frío, que tiene calidad en corto y
buen desplazamiento con la izquierda, mas me indicaba que su calidad se
podía percibir con la inestimable ayuda de un pivote defensivo (lo tiene
en Yuste, no él por detrás) y con clara vocación de toque y de talante
ofensivo (lo que no tiene el Hércules 2013/14). Me indicaba el forero en
cuestión que tenía capacidad para tirar desde fuera (alguna vez lo
había hecho) pero no lo solía hacer. Eso sí, ni en banda ni de
mediapunta (lo que me llama la atención con ese toque ofensivo del
equipo). Luego me puse a leer entrevistas suyas en diarios cordobeses y
comentarios que, con perspectiva, ya dejaban cabida de ciertos aspectos
de Hervás (“A veces intentar hacerlo todo tan preciosista que pierde
balones en posiciones delicadas”).
Llegó un momento, durante la primera vuelta de la temporada 2011/12,
en el que los rivales sabían que buena parte del éxito pasaba por atarlo en corto. La posibilidad de fichar por un equipo de 1ª lo descentró algo. A
partir de ahí, como todos sabemos, un foro acaba desquiciándose y ya es
difícil valorar cuánto hay de cierto y cuánto de despecho.
De lo que se puede leer por esos lares, un par de entrevistas cuando
el jugador estaba jugando las últimas semanas con el Córdoba, se veía un
futbolista que tiende a “comerse” la bola durante el partido, que se
apagaba si no disfrutaba con el juego que hacía. Hubo un lance el pasado
domingo en el que movió la mano hacia la cabeza cuando había perdido un
balón en una zona complicada, ignorando si era un gesto hacia la grada o
hacia sí mismo. Le queda ocho partidos para poder hacer algo antes de
irse de Alicante con un pésimo sabor de boca. Eso sí, viendo a Hervás,
uno imagina lo que sentirá un aficionado del filial merengue cuando
jugaba Kiko Femenía. Dos jugadores que se han complicado su trayectoria
por el dinero y que, curiosamente, suenan para sus respectivos regresos.
Hervás estuvo en un tris de volver en el mercado de invierno (2012/13)
al Nuevo Arcángel y son fuertes los rumores que indican la vuelta del de
Sanet i Negrals al Hércules para la próxima temporada. Volver al sitio
donde debieron tener más paciencia para crecer deportivamente y no
escuchar alegremente cánticos de sirena.
Apunte Viendo la llegada de los jugadores del F.C. Barcelona a la ciudad condal, me llama la atención la ferocidad de la crítica contra jugadores a los que han ensalzado hasta hace nada. Por cierto, el regreso de Pep Guardiola al Santiago Bernabeu no debe hacer olvidar otro, el de Robben.