martes, abril 01, 2014

Inercias


El partido del Real Betis contra el Málaga C.F. nos mostró ayer los efectos de la inercia, sobre todo, el penalty errado en los últimos minutos por Rubén Castro. Una pena máxima que me recordaba a la que el ex jugador herculano Abraham Paz dispuso en la temporada 2007/08, que marró y que supuso el descenso del Cádiz C.F. a 2ªB. La diferencia es que el descenso gaditano fue firme(aunque se defendió con uñas pero sin razón) mientras que el del conjunto bético es virtual. Quedan 21 puntos en juego y, aún sumándolos todos, se quedaría con unos 43 puntos que nada asegurarían la permanencia en 1ª. Una temporada en la que las alegrías han durado bastante poco(por ejemplo, el 0-2 en el Sánchez Pizjuán en la ida de la ronda de Europa League) y el pesar ha actuado como un martillo pilón. Ni siquiera la llegada de Adán a la portería y Gabriel Calderón en el banquillo pueden curar a un herido maltrecho, que no parecía tan mal equipo en la primera jornada de liga en el Santiago Bernabeu pero que se ha quedado en una posición terrible.

Las inercias descendientes son, como era de esperar, dantescas. Son equipos que ven que la suerte les ha abandonado. Ese mismo Cádiz C.F. que mencionaba en la temporada 2007/08 vio como el esférico se estrellaba una tras otra vez en el palo. Es ese momento en el que el nerviosismo agarra a los jugadores y les deja temblando al primer mazazo que reciben. El mismo Real Betis ayer mereció la victoria pero un fallo defensivo facilitó el empate y, cuatro minutos después, el segundo gol ante un equipo que no atinaba y veía escapar las esperanzas para lograr su objetivo. Inercias negativas sería fácil encontrar aunque ninguna como la que deparó, por ejemplo, toda la segunda vuelta de la temporada 1989/90(dos victorias de 19 partidos, sólo la renta lograda de aquellas semanas imbatido impidió el descenso a Tercera división). Otra inercia mala la podríamos situar durante la temporada 2000/01 en la que, una vez más, la Tercera división acechaba.

Obviamente, también tenemos las buenas inercias, las que nos dan buenas vibraciones para creer en algo positivo. En buena parte de los ascensos que se han vivido podemos verlas. La del ascenso del 96-en la que se alternaba goleadas con partidos ganados desde la nada- o el del 2005, a partir del 1-2 a favor del Hércules ante el Alicante C.F. y que dio inicio al camino al ascenso a 2ª división.Ahí vemos lo contrario. Llegar en una o dos ocasiones y vencer, remontar con facilidad o encontrarse la suerte de cara. Si ese, otra vez mencionado Cádiz C.F., se hubiera estado jugando el ascenso en Alicante, no lo dudemos que lo hubieran logrado con un resultado abultado. Porque la suerte puede ser un amiga admirable o una enemiga odiosa. Para el Real Betis, ya sabemos lo que es.

Apunte La justicia le ha dado la razón al Hércules en su juicio contra la Sociedad Parques Temáticos de la Comunidad Valenciana, lo que significará un extra importante de cara al concurso de acreedores.