El milagro llegó hace dos meses con
aquel gol de Noe Pamarot ante el Real Madrid Castilla; dos semanas
después, llegó el del día del R.C.D. Mallorca(2-2) tras igualar un
0-2 en escasos diez minutos. A partir de ahí, terminó. Se perdía
en Vitoria tras ir ganando 0-1 y sumó un doloroso punto(más bien,
perdió dos) en Soria. Pero nada más. Una semana más se ha
comprobado que los milagros llegan de vez en cuando pero no se
quedan, que hay que trabajar para lograr resultados. Ciertamente, el
Hércules pudo ganar ventaja en la primera parte pero lo grave fue
que el cambio del minuto 63 desconectó al equipo del partido. No es
que jugase el equipo partido(la defensa, De Lucas-Sissoko, cuatro
jugadores ofensivos con el peligro mínimo), es que perdió el
sentido del juego nada más salir Escassi y entrar Portillo en el
terreno de juego. El gol de Jona, desde los once metros, supuso la
entrada de Sardinero pero el equipo estaba tan roto y perdido que
apenas nada cambió tras el gol andaluz. El equipo pasó a ser ese
equipo romo que, en once partidos, en cinco se ha quedado a cero, que
lleva más de 280 minutos sin marcar en su propio estadio. Los
números, tras once partidos, no dan más de sí. Un crédito
inexistente a base de cambios persistentes con idéntico resultado.
Del equipo se sigue barruntando los
mismos defectos: poca actitud en algunos jugadores de la plantilla(al
menos, en comparación con la pretemporada y primeras jornadas de
liga), poca aptitud de otros jugadores a los que la segunda división
les viene grande...y lo peor, un entrenador con un prestigio ganado
en Alicante y que ha perdido el norte...el sur, el este y el oeste
hasta el punto de dar la sensación de hacerse la cama a sí mismo en
sus decisiones. Es que, incluso, ese cambio de meter a De Lucas de
mediocentro(o partiendo la conexión con Sissoko) parece no estar
entrenado porque el juego sigue la misma estela de otras semanas
donde se pierde la brújula.. Que dos jugadores como Hervás o Font
se queden en el banquillo llama mucho la atención. Cuando más falta
hacía la cabeza en el terreno de juego, se buscó tener ese golpe de
suerte para sumar un punto pero, hoy, ya no llegó. Lo peor es la
sensación de ver que, incluso, un empate habría sido hasta
perjudicial para poder decir bien alto un “Basta ya” y reaccionar
en plan de catarsis.
El partido, en la primera parte, había
ido de menos a más, disponiendo de alguna ocasión que otra para
colocar el 1-0, destacando, entre todas las ocasiones, el disparo
potente- tras una falta indirecta- de Noe Pamarot pero, sobre todo,
en jugadas a balón parado donde el esférico se negaba en rotundo a
entrar en las redes jienenses, estampándose en la cruceta en una
ocasión y en el poste en otra. El equipo necesita ganar pero las
jornadas pasan y urge comenzar a sumar desde ya.
Apunte Dos
recuerdos para este domingo: Santiago Baños, el mítico cuidador del
césped del Hércules C.F. fallecía esta semana mientras Nil Marín,
portero del filial del Girona F.C., tuvo un accidente ayer que acabó
con su vida a los 20 años de edad.