Curiosamente,
si el entrenador hubiera sido otro menos aceptado por la afición, la
historia sería bien diferente porque la sensación, tras ocho jornadas,
habría sido más crítica y llegaría, incluso, al pensamiento de llevar
más puntos, incluso, de lo debido. Así, por ejemplo, se valoraría que
los dos primeros puntos se sumaron con dificultad, que se podría haber
ganado pero también perdido. Sí, parece perogrullada pero no. La
expulsión de Gai Assulin complicó el partido en las islas Canarias,
aunque Sardinero tuviera en sus botas el 0-1. Una semana después, ante
el Real Madrid Castilla, marcó el 2-1 en los instantes finales y jugando
con diez ante un equipo que, esta semana, logró su primera victoria. En
Huelva, mal partido y 2-0. Entre la buena pretemporada y el arranque,
se pudo llegar a entener esa derrota. Una semana después, la casta
permitió rescatar un punto ante el R.C.D. Mallorca tras ir perdiendo 0-2
durante buena parte del encuentro. En pleno éxtasis deportivo, apenas
se vislumbró que tuvo mucho de corazón y ya no más. Desde ahí, la
debacle, de accidente en accidente: Ponferrada, ante el conjunto
herculino en Alicante y en Vitoria. Tres derrotas, diez goles en contra.
El Toralín fue un doloroso ejemplo: sin Font-expulsado-, ni Hervás- con
problemás gástricos, el equipo jugó sin brújula y recibió un severo
correctivo. Además, mostró las carencias que tiene el equipo en la
defensa(problemas físicos en sus dos únicos centrales específicos, unido
a acciones absurdas como la expulsión de Escassi. Lo normal, en esta
trayectoria sería tener 3-4 puntos.
Creo,
con todo lo expuesto arriba, que es un asunto que se debe a problemas
más allá del técnico. Hay dudas sobre si el problema es de
actitud(quizás, algún jugador que podríamos tener en mente)o de aptitud,
que no hay calidad en la plantilla como se esperaba o, incluso, pensar
en una tercera vía: capacidad de la plantilla de quitarse el pesimismo.
Hay jugadores de gran calidad que, quizás, con resultados negativos no
logran rendir bien, no consiguen “tirar del carro”. Uno de los pilares
en los que destaca Quique Hernández era en el aspecto motivador, pero la
plantilla es la que es. Cuando las cosas van medianamente bien, el
equipo juega o compite en condiciones. El problema es la falta de
reacción si los resultados no llegan.
Apunte. Una más para el club herculano, al que dos clubes habrían denunciado las relaciones con Quique Pina. Lo que más preocupa es que, además, sea un modo más de azuzar contra el club por parte de una determinada persona que no nombro pero que todos saber quién es.