jueves, julio 18, 2013

Idas y vueltas

Ayer cumplí, por decimoquinta temporada ininterrumpida, con el trámite de pasar por la taquilla para comprar el abono para ver al Hércules en acción. Quince años de pocas satisfacciones(dos ascensos) y unos cuantos sinsabores que, eso sí, no han debilitado mis ganas de seguir en la brecha.

Sin embargo, la relación con el Hércules hasta 1999 fue un poco más complicada, pero con matices, porque mi primer abono fue de hace 21 años, en 1992 gracias a esos abonos universitarios que obtuve nada más matricularme en la Universidad de Alicante.

Digamos que comenzó un día de agosto de 1982 cuando acudí a ver un Hércules-Atlético de Madrid en una tarde completa, con un partido de veteranos contra el Elche C.F como “telonero”. Esos años hasta 1989 fueron de pocos partidos en el estadio, quizás porque era una época en la que dependía de contar con un acompañante que quisiera ir al fútbol(una época en la tenía va desde los 8 a los 14 años). Ya en 1989, en la segunda temporada en 2ªB, la presencia ya era más asidua e “in crescendo”(10 en la 1989/90,13 en la 1990/91, 15 en la 1991/92). Sí, era la época de entrar con la entrada de “cadete” en la grada de tribuna alta tras la primera y corta etapa en fondos. Es curioso pero son pocas las veces que he acudido a esa zona de la grada y no le veo aliciente. Quizás por ello, mi presencia en el estadio ha alternado entre la tribuna alta y la grada preferente(en sus tres posibilidades: descubierta, cubierta y grada mundialista). En esa época el recuerdo más agradable era el ascenso de 1984, muy especial para mí porque fue el primero, el único en el que pisé el césped.

Obviamente, ya como abonado desde 1992, mi presencia era habitual en el estadio, viviendo dos ascensos más. Era una época además en la que la televisión sustituía a la radio en lo referente a los partidos a domicilio, ya que no he sido de ir a otros campos. Luego llegó 1998. La verdad es que, varios hechos personales y de club,me  hicieron decir “basta”. No me aboné, no me apetecía ver determinadas cosas como, por ejemplo, el menosprecio a Eduardo Rodríguez por parte del entrenador Sergio Egea. Curiosamente, el destino quiso que esa temporada fuera la del descenso a 2ªB.

Si por un lado se puede decir que no seguí al Hércules en esa temporada aciaga(sólo el partido ante el Sevilla C.F.); por otro se puede afirmar que el descenso a 2ªB me hizo replantear muchas cosas y, desde entonces, llevo cumpliendo año a año con esta pasión. Eso sí, de esta época reconozco que hay un elemento potenciador como fue internet, que ha permitido conocer a muchas personas herculanas, diferenciándolo de otras épocas en las que era ir al estadio, ver el partido, volver a casa sin poder exteriorizar todo lo que sentía.

Apunte Una vez más, el Hércules no ganó al equipo AFE, lo tiene atravesado desde hace unos años. Aunque siempre son partidos intrascendentes, por ser más “pachanga” que amistoso, el orgullo acaba siendo sepultado por una serie de jugadores que luchan por conseguir que alguien les contrate como sea. Portillo volvió a marcar.