Ayer
cumplí, por decimoquinta temporada ininterrumpida, con el trámite
de pasar por la taquilla para comprar el abono para ver al Hércules
en acción. Quince años de pocas satisfacciones(dos ascensos) y unos
cuantos sinsabores que, eso sí, no han debilitado mis ganas de
seguir en la brecha.
Sin
embargo, la relación con el Hércules hasta 1999 fue un poco más
complicada, pero con matices, porque mi primer abono fue de hace 21
años, en 1992 gracias a esos abonos universitarios que obtuve nada
más matricularme en la Universidad de Alicante.
Digamos
que comenzó un día de agosto de 1982 cuando acudí a ver un
Hércules-Atlético de Madrid en una tarde completa, con un partido
de veteranos contra el Elche C.F como “telonero”. Esos años
hasta 1989 fueron de pocos partidos en el estadio, quizás porque era
una época en la que dependía de contar con un acompañante que
quisiera ir al fútbol(una época en la tenía va desde los 8 a los 14 años). Ya en
1989, en la segunda temporada en 2ªB, la presencia ya era más
asidua e “in crescendo”(10 en la 1989/90,13 en la 1990/91, 15 en
la 1991/92). Sí, era la época de entrar con la entrada de “cadete”
en la grada de tribuna alta tras la primera y corta etapa en fondos.
Es curioso pero son pocas las veces que he acudido a esa zona de la
grada y no le veo aliciente. Quizás por ello, mi presencia en el
estadio ha alternado entre la tribuna alta y la grada preferente(en
sus tres posibilidades: descubierta, cubierta y grada mundialista).
En esa época el recuerdo más agradable era el ascenso de 1984, muy
especial para mí porque fue el primero, el único en el que pisé el
césped.
Obviamente,
ya como abonado desde 1992, mi presencia era habitual en el estadio,
viviendo dos ascensos más. Era una época además en la que la
televisión sustituía a la radio en lo referente a los partidos a
domicilio, ya que no he sido de ir a otros campos. Luego llegó 1998.
La verdad es que, varios hechos personales y de club,me hicieron decir
“basta”. No me aboné, no me apetecía ver determinadas cosas
como, por ejemplo, el menosprecio a Eduardo Rodríguez por parte del
entrenador Sergio Egea. Curiosamente, el destino quiso que esa
temporada fuera la del descenso a 2ªB.
Si
por un lado se puede decir que no seguí al Hércules en esa
temporada aciaga(sólo el partido ante el Sevilla C.F.); por otro se
puede afirmar que el descenso a 2ªB me hizo replantear muchas cosas
y, desde entonces, llevo cumpliendo año a año con esta pasión. Eso
sí, de esta época reconozco que hay un elemento potenciador como
fue internet, que ha permitido conocer a muchas personas herculanas,
diferenciándolo de otras épocas en las que era ir al estadio, ver
el partido, volver a casa sin poder exteriorizar todo lo que sentía.
Apunte
Una vez más, el Hércules no
ganó al equipo AFE, lo tiene atravesado desde hace unos años.
Aunque siempre son partidos intrascendentes, por ser más “pachanga”
que amistoso, el orgullo acaba siendo sepultado por una serie de
jugadores que luchan por conseguir que alguien les contrate como sea.
Portillo volvió a marcar.