Con la mente puesta en el partido del próximo sábado ante
el A.D. Alcorcón, entrenado por un viejo conocido, José Bordalás y,
posiblemente, Urko Vera. No vale la pena extender el partido de ayer. Ni es
interesante. Ni es relevante, salvo que los jugadores no sepan olvidar lo
sobrante y quedarse con la “sustancia”: si no se compite, no se puede llegar
lejos. La derrota de ayer pudo doler ante un equipo y un club con una rivalidad
sobresaliente pero sería peligroso que la valoración nos llevara a una
perjudicial crisis que terminaría de hundir al equipo. El error, quizás, vino
por dos victorias de cierta solvencia que hicieron creer cosas que son y no
son: por un lado, quizás el equipo ha alcanzado un nivel de competir ante
equipos de “nuestra” liga y con los que nos jugaremos los “cuartos”; por otro lado,
que no hay nivel ante rivales mayores. El equipo sigue en puestos de descenso, “en
la UVI”, y los
dos partidos anteriores hicieron creer que sanaba rápido mas el “termómetro”
ilicitano demostró que aún tenemos esos 39-40º y que no podemos salir de ahí
sin paciencia.
Del partido poco que opinar. El conjunto de Escribá fue
superior de principio a fin. Lo curioso es que el 1-0 llegaba cuando los
locales ya no “achuchaban” tanto. El 2-0
tras el descanso remató el encuentro. En sí, es breve el resumen de un partido
en el que los blanquiazules salieron “timoratos” cuando lo normal sería una
mayor ambición ya que había muy poco que perder. El conjunto franjiverde fue
ese equipo “martillo pilón” que, golpeaba automáticamente a la zaga herculana
hasta llevarla al error. Con un inconmensurable Xumetra, el equipo ilicitano se
bastó para superar a un rival que mostró muy pocas virtudes. Alguno se
preguntará cuál. En la zaga hubo momentos(pocos) de solvencia salvo por la
parte izquierda pero recuerdo que no se enfrentarán a más Xumetra, Fidel y
Coro. La clave positiva es que Redondo, Bedia y Rosas son capaces de retener
algo más el esférico a diferencia de otros momentos de la competición. Y estoy
hablando de varios minutos antes del 1-0. Porque lo que pasó después del 2-0
sobró absolutamente: el Hércules C.F. bajaba los hombros, “ahorrando” esfuerzos
al igual que los locales, sin pretensión de ir hacia arriba. El cambio de Mario
Rosas pudo demostrarlo: pensar ya en el partido siguiente.
La duda está en si el juego del Hércules, vacío, se debió
a deméritos herculanos o méritos franjiverdes. El próximo sábado habrá que
salir al 100% porque el tiempo y las matemáticas se echan en contra del
conjunto de Quique Hernández.
Apunte Si algún medio español quiere
seguir la final de la FA Cup
inglesa lo va a tenir difícil para decantarse por un equipo. Por una parte el “spanish”
Swansea City con Laudrup, Michu, Chico, Rangel; por otra parte el modesto
Bradford City, que milita en la cuarta división inglesa. Por mi parte, aparte
de la diferencia de categorías, querría que ganara el Bradford porque aún
recuerdo el desastre de 1985.
Referencia
Accidente
Valley Parade: Incendio estadio Bradford City/Vídeo desastre