Cuando se terminó el encuentro muchos sentimientos se agolparon en la cabeza de los aficionados: algunos se enfadaron por no ganar, otros respiraron por el punto salvado tras tres minutos de prolongación gastados en la zona del campo herculana, los "totistas" cargando contra el entrenador por el cambio, otros enojados por la poca sangre mostrada por el delantero Portillo e, incluso, preocupación por la sustitución de Farinós. Saltaba el once herculano con bajas en las bandas y sin Valdez aunque ya comenzaba a ser normal esta situación. El club madrileño renunciaba en principio a la victoria con Parejo y Boateng en el banquillo mientras Colunga y Miku estaban en la parte de arriba para, con velocidad, sorprender a una zaga en la que los dos laterales sustituían a Peña y a Cortés- no han desentonado aunque Pulhac deja al equipo con un problema al ser expulsado de forma rigurosa-, cumpliendo de forma correcta, si bien cayeron en algún peligro con cesiones complicadas a Calatayud. Los primeros minutos fueron herculanos, no con mucha claridad, pero teniendo en Thomert la opción clara en un remate en el área pequeña que salía por encima del larguero o con un intento, no sabemos si de centro o de chut, que se iba por un lado. Ahí hasta llegar a un gol anulado a Tote por fuera de juego tras un dominio trastabillado del balón por parte del 9 herculano, Portillo. Poco a poco, se iba nivelando el juego hasta caer más en un dominio getafense hacia el final de la primera parte cuando los visitantes tuvieron dos ocasiones claras para marcar el 0-1, en una de ellas partiendo de una falta a favor del Hércules y que se tiró por la borda de forma peligrosa hasta el punto de crear una ocasión para el rival.
En la segunda parte, el Hércules intentó coger el dominio del esférico pero no había claridad de la primera parte pero tampoco el Getafe estaba mejor. Es más, los primeros minutos tras la reanudación eran más propios del empate que, al final, llegaría sin goles. Trézéguet tuvo un remate de cabeza a pase de Thomert pero el balón llegaba a los guantes de Codina sin mucho esfuerzo. En ese momento, Cristian ocupaba el puestro del interior francés con la intención de dar más ritmo al juego. Poco después, en la única ocasión clara de Portillo, Codina impidió el gol del nueve herculano. Era algo poco habitual en una segunda parte de poca claridad y demasiada imprecisión que creaba peligro aunque, por norma, la zaga ha superado a los delanteros. El cambio de Tote creó un mal ambiente, que pudo extenderse en lo que quedaba de segunda parte, y que se acrecentó con la sustitución de Farinós, dejando al equipo con pocas ideas creativas y todas englobadas en Cristian. De sus botas llegó la última gran ocasión del Hércules cuando mandó el esférico al larguero. La expulsión de Pulhac, rigurosa(especialmente, la primera de las dos tarjetas), dejó bien claro que lo importante ya era asegurar el punto ante el Getafe. Ya queda un punto menos.
Ahora queda una semana en la que se juega, por ejemplo, llegar al Santiago Bernabeu y poder salir del feudo merengue con el equipo aún fuera del descenso. A partir del partido ante los CR7 boys, será el momento de comenzar a usar la calculadora.
Apunte Ni una cosa ni otra. Hace dos semanas, se apagaban los focos casi con el último pitido final del colegiado y que provocó más de un enfado. Hoy, como se ven la foto que encabeza la noticia, estaban encendidos con una antelación innecesaria para la natural iluminación de Alicante.
