lunes, febrero 21, 2011

Atrapado en el tiempo

Un domingo más, el herculanismo vuelve a vivir otro partido como si estuviésemos en el día de la marmota, en la conocidísima película "Atrapado en el tiempo". Uno tras otro, cada partido tiene leves diferencias pero sí el mismo resultado por norma: la derrota. Desde el empate ante el Almería, sólo un punto de 27 posibles y, lo que es peor, ningún gol a favor.  La cifra después de este partido se ha parado en 863 minutos sin marcar un gol desde que Nelson Haedo Valdez marcase en Almería-ya, por aquel entonces, el gol del paraguayo rompía una tímida racha de 249 minutos sin marcar fuera desde la victoria en el Camp Nou- con lo que los records ya están siendo demasiado desagradables. Se pierde por 3-0, por 2-0, por 1-0 pero el gol en el casillero alicantino parece alcanzar un punto de gesta de héroes porque, con escasas ocasiones, es difícil lograr romper con una trayectoria que acentúa, aparte de errores en el planteamiento a lo largo de estos encuentros, un matiz psicológico: encajar un gol fuera de Alicante supone la derrota cuando, en el estadio José Rico Pérez, se ha remontado hasta en tres ocasiones  el tanto inicial. Lo que fuera puede ser brazos caídos, en casa es capacidad de remontar el vuelo.

El de hoy en Sevilla no se diferencia mucho de otros encuentros, quizás la mala suerte local en no aumentar la herida herculana fuera de Alicante(un larguero antes de los diez minutos), los fallos de los atacantes sevillanos ante la meta de Calatayud ha impedido resultado mayor. Esa capacidad de no acertar el gol de la tranquilidad le dio aire al Hércules para tener sus opciones de empatar hasta el punto de tener tres saques de esquina en los últimos instantes. El equipo llegó con vida hasta el final para hacer ese milagro de sumar un punto y, a pesar de eso, poco perceptible ha sido la mejora en el juego. En lo negativo, queda la poca claridad ofensiva a partir de tres cuartos que hace que el peligro desaparezca a poco que haya una buena defensa y un centro del campo firme-si a eso le unimos lo que cuesta que las bandas centren buenos balones como el que pasa Kiko a Trézéguet y que pudo significar el empate hoy- que cortocircuite el centro del campo alicantino; en el aspecto positivo, esperar que la presencia de Farinós vaya mejorando la imagen del once blanquiazul en varios aspectos como algún centro al delantero franco-argentino similar al del gol ante el Real Zaragoza y, sobre todo, en el balón parado. Para el centrocampista valenciano, hoy comenzaba el contador de minutos sin marcar y, esperemos, el paso del tiempo rompa con unas cifras considerables.

Quien recuerde la película de Bill Murray, el personaje salió de ese día de pesadilla tratando de ser mejor persona y aprendiendo todo lo que ocurría en su entorno para aprovecharlo en su beneficio. Que los jugadores aprendan de sus errores y logren arreglar el problema que está minando sus esfuerzos y minando su moral. Mientras, ahora toca dar otra cara ante el Getafe y, para ello, se necesita al jugador número 12 y que no decaiga en su esfuerzo para sumar otros tres puntos más.

Apunte: Que un rival te quite dos puntos en el último instante debe doler de forma considerable pero que, encima, el gol del empate te lo marque el portero rival remata una tarde aciaga. El UD Almería perdió una buena opción de dar un pequeño salto y acercarse a la salvación.