Ese gol logrado en propia puerta y en el último instante fue el justo premio a un resultado que, sin ser merecedor de ser favorable al Hércules, era lógico. Por méritos de unos y otros, el resultado debía de ser ese 1-1 que no se reflejaba en el marcador por la sencilla razón de estar apagado sin motivo alguno. Sin embargo, ese tanto debió de haber sido el de Delibasic en un buen pase de Tuni y que se fue por fuera. El Rayo mostró buenas formas y que hacen del club de Vallecas un conjunto de tabla alta. Con una buena zaga, a pesar del gol en propia puerta, un centro del campo cumplidor-Diamé desquició a los jugadores y aficionados con su omnipresencia en cada lance; por último, Aganzo demostró en dos lances el jugador que es: tanto en el gol en el que se escapó de Abraham Paz como en las pillerías a lo largo del encuentro. A pesar de jugar bien, el control del juego madrileño fue terminando con la entrada de Morán y Aguilar en el equipo. A medida que se acercaba el final del encuentro, el embotellamiento de jugadores visitante en su área presagiaba que el empate debía de caer, sí o sí. La suerte acompañó con ese gol en el último instante o con el poste del centrocampista vallecano en la primera parte…pero que no acompañó en otros momentos como el balón que sacó Llorens sobre la línea tras un remate de Abraham Paz, que tarde o temprano acabará marcando algún gol tras dos ocasiones claras(el remate ante el Levante y que despejó el cancerbero “granota” y al jugada de ayer). Fue un empate “con corazón” como decía Mandiá pero que no debe de ocultar algunos aspectos que, sin preocuparme, espero que vayan arreglándose.
De lo de ayer se puede extraer como aspectos positivos la capacidad de sufrimiento hasta el pitido final, la capacidad de reponerse algunos jugadores tras el encuentro ante el Levante. Por el contrario, se vio un problema a la hora de crear ocasiones que hizo que buena parte de la segunda parte fuera un poco desesperante hasta conseguir la conexión entre los jugadores del centro del campo hasta la delantera. Calatayud mostró unas pocas dudas pero es que el Rayo Vallecano tampoco hizo mucho en la segunda parte; los laterales apenas se desdoblaron con sus compañeros interiores -Expósito era varias veces superado en velocidad por su oponente-; Abraham Paz no estuvo acertado y no consiguió atar a Aganzo y casi repitió el fallo que le dio aquel empate a Sendoa. La línea de medios se vio atenazada por los franjirrojos- Rodri y Farinós no estuvieron especialmente acertados. Como factor preocupante destaco la lamentable actuación del colegiado y que ya nos anticipa la que nos espera en esta temporada. Esas manos no pitadas impidieron que el empate llegase antes(y no sabemos si la victoria)
Apunte Francia recuerda a la España de 1998. Tras el ridículo en la fase final del pasado Europeo, la selección gala se despeñó ante Austria y las voces contrarias al seleccionador deberían lograr el cese del histriónico Domenech. Al igual que aquella derrota española en Chipre y que le costó el puesto a Clemente, lo de ayer debe ser otro ejemplo de cese tardío.
