Dos victorias contundentes a domicilio, un empate con sabor a victoria tras conseguirse con el pitido final del colegiado han dado motivos para tener derecho a ilusión. La evolución futura nos indicará si está fundamentada o no pero estas semanas no nos la quita nadie y lo que se prepara para el domingo 21 será para tener en cuenta- se habla de una presencia cercana a los 10.000 espectadores de cara al duelo contra la Real Sociedad. Un equipo, el txuri-urdiñ, al que Alicante se le ha atragantado en los últimos tiempos- no olvidemos que el Hércules venció en los dos encuentros en las temporadas en las que el conjunto donostiarra ganó las ligas en 1981 y 1982- y que llega a esta ciudad como colíder; por ello se espera un duelo de primera para un partido que ahora se vive en segunda. También el Rico Pérez da malos recuerdos a Juan Manuel Lillo pues aquí vio cerrarse las puertas del ascenso en 1993, perdió en el año 1994-era la tercera jornada-. Los caminos de Lillo y Hércules no se volvieron a cruzar hasta la temporada aciaga de 1996/97. De esa temporada aún queda la estupefacción del entrenador vasco al ver como la afición herculana empujó a sus jugadores para lograr el empate a uno ante el Real Oviedo- de aquel partido queda el recuerdo del elogio del técnico a la afición herculana-; aunque los dos últimos encuentros lo ha ganado Lillo(Real Oviedo en el Carlos Tartiere y Real Sociedad en Anoeta, la temporada pasada), vuelve a Alicante después de aquel encuentro de hace doce años y en el que se puede encontrar con la misma intensidad.
De ayer, todo se ha dicho y escrito. Un triunfo sin paliativos ante un equipo desbordado y que tardó casi media hora en llegar con cierto peligro a la puerta de Calatayud. El primer tanto de Tuni lleva el sello de la bota zurda de un Sendoa inconmesurable y que lleva tiempo ratificando las buenas cualidades mostradas cuando era deseado mientras que jugaba en el otro equipo de la ciudad. Tras un primer año poco afortunado, la temporada pasada fue el máximo goleador además de poner unos balones de mérito desde la banda izquierda…y desde la derecha. Tanto Tuni como Sendoa, unido a los dos diestros en el banquillo(Gerardo y, en el futuro, Sales), nos dan ciertas esperanzas en un aspecto relevante: la famosa profundidad de banquillo. Con una zaga que parece algo más segura que el año pasado, un centro del campo que da cierta sensación de peligro(la segunda línea tiene gol con el citado Tuni, Sendoa, Farinós, Morán) y con la esperanza de que a Delibasic y a Tote llegue ese último Rubén Navarro, el que marcó cuatro goles en la ciudad deportiva del Sevilla y en el Martínez Valero. Por el momento, lo mejor que se puede decir es que el equipo tiene gol. Aún es pronto, nos podemos dar un palo si no hay continuidad…pero si no hay ilusión ahora, no sé cuándo la habrá. A por la Real Sociedad.
Apunte Sublime fue el comentario de Paco Nadal en el Minut a Minut de ayer. Tras comentar el triunfo herculano ante el Levante UD incidía en lo bien que había empezado la temporada y la diferencia con la temporada pasada que empezó mal. Sublime porque no comprobó que el Hércules, la temporada pasada, tenía los mismos puntos que ahora.
