domingo, febrero 11, 2007

Partidos fáciles y difíciles

A lo largo de toda una competición, sea de "regularidad" o de "K.O.", un equipo siempre se encuentra ante un rival fácil o difícil. Curiosamente, esta diferenciación tiene un matiz opuesto según se mire una faceta u otra; un partido puede ser fácil y, a la vez, más difícil que cualquier otro. No es un trabalenguas sino la perspectiva desde la que se mira. Se puede ver, a mi entender, desde dos puntos de vista: deportivo, o bien, motivador. Sin embargo, antes de entrar a explicar los puntos de los que me refería antes, quiero que se entienda que no se habla de forma peyorativa hacia el rival. Es más, una cosa es creer que un equipo pueda ser inferior y otra es dejar de luchar, creyendo que se puede ganar "sin bajar del autobús". El rival de hoy, la UD Vecindario es el último de la clasificación y carne de 2ªB-no sólo lleva una marca de las más bajas para un colista sino, además, que, salvo el Ejido en la 2001/02, el resto de colistas a estas alturas acabaron bajando- por lo que, a priori, se entiende que es un partido fácil de ganar a poco que el Hércules ponga su parte con la misma entrega que los canarios y hacer valer su técnica como factor diferencial.

En general, la faceta deportiva es sencilla: un equipo juega contra otro. Los puestos que ocupen en la clasificación pueden ser relevantes o no. Obviamente, si un equipo grande no rinde lo que debiera, el chico lo tuteará e, incluso, hacerle morder el polvo- lo que, en muchas ocasiones ocurría en la copa del rey a partido único-. El principal factor diferenciador es la motivación. Es ese querer dar el 120% lo que puede hacer que un equipo pequeño pueda hacer daño al grande. Quien más, quien menos ha practicado este deporte(y otros de competición) y sabe lo que se siente cuando juega contra alguien con más nombre; el jugador siente en su interior una motivación de querer hacerlo lo mejor posible en búsqueda de una "recompensa": ganar un partido que nadie esperaba porque esa victoria sabe diferente a otras. Ahí es donde entra la otra referencia a un partido fácil o difícil: la motivación. Así, desde el punto de vista que comentaba anteriormente, un partido puede ser fácil desde el punto de vista deportivo pero difícil en el aspecto de la motivación; por el contrario, un partido complicado, por ejemplo ante el líder de la clasificación, será fácil para el entrenador pues no tendrá que "convencer" a nadie de las bondades de ganar al mejor equipo de la división. Por eso, el partido ante el Vecindario puede ser, a su vez, difícil pues el equipo blanquiazul se encuentra en una disyuntiva peliaguda: ganar no tendría apenas mérito en un campo donde han ganado siete de los doce equipos que han pasado por terreno insular; empatar sabría a poco y perder sería un escándalo. En otras palabras, "nada que ganar y mucho que perder". En esa situación, por mucho que intente motivar el técnico a los jugadores, éstos no acaban de dar el 100%.

Hoy, a la 9 de la noche se verá si el equipo ha ganado o no. Lo que es cierto es que estos terrenos de juego son donde se juega un ascenso. Puede que el Hércules no tenga por objeto ascender este año pero no viene mal ir ensayando para futuras ediciones donde la primera división sea el objetivo vital del club. Sería un error especular con el marcador en días como hoy donde la victoria es fundamental.

Apunte Habrá que ver de reojo la situación financiera de un Albacete Balompié a punto de sufrir un embargo de Hacienda, pendiente de un préstamo que dependerá de la buena o mala publicidad que quiera ganarse la CCM en la ciudad manchega..